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Inaugurada quedó la magna exposición en los Claustros de Santo Domingo que se presenta bajo en nombre de ‘Cofradías, la huella del tiempo en Jerez’. Una cita que nadie puede perderse. Ya no sólo del amplio colectivo cofrade de la ciudad, sino de los amantes del arte general. Supera todas las expectativas y es como un ‘tsunami’ de arte que desborda al visitante de tanta carga artística a través del riquísimo patrimonio de las hermandades de Jerez.
El amplio número de piezas expuestas, la categoría de las mismas y la estructuración de la muestra saca a flote el gran trabajo llevado a cabo por el consejo local de la Unión de Hermandades que ha echado toda la carne en el asador y de los muchos cofrades que han venido trabajando a fondo para que todo estuviera magníficamente expuesto. Todo ello sin quitar un ápice de mérito a los trabajadores municipales que también han colaborado estrechamente con esta magna exposición que da buena talla de la riqueza de las hermandades.
Posiblemente, en Jerez, no ha existido una muestra con tanta riqueza concentrada. Y será complicado que se vuelva a repetir un proyecto como este en años venideros. Los enseres, los pasos, las imágenes secundarias y los ricos estandartes que cada Semana Santa se pasean por las calles creando la mejor muestra de arte barroco de la ciudad, ha venido hasta los Claustros de Santo Domingo para quedarse hasta el próximo día 11 de abril que será el momento de la clausura.
Estructura
Todo ello ha sido montado respetando escrupulosamente las medidas sanitarias de COVID-19, con accesos de entradas y salidas y control en todo momento de las personas que visitan la muestra con el acceso a las entradas a través de una web. La muestra comienza con un pasillo de stands de artesanos que exponen sus bocetos. A partir de ahí, una gran colección de cruces de guía y ‘senatus’ para pasar un nuevo pasillo donde se encuentran una serie de maniquís vestidos de con las túnicas de las hermandades. La sala que contiene los distintos grupos escultóricos es espectacular. Los misterios de la Entrega, la Borriquita, Pasión o la Coronación de Espinas, entre otros, lucen entre los carteles oficiales originales de años anteriores. Un grupo de las mejores túnicas bordadas rematan esta sala que impresiona verla junto con la vela de la cruz del Cristo de la Expiración. Antes de acceder a la siguiente sala, un pasillo te lleva a los veinticuatro dioramas que la asociación de belenistas de la ciudad ha expuesto bajo el nombre de ‘Jesús, Pasión, Muerte y Resurrección’. Sin duda otro argumento para disfrutar de la exposición.
La siguiente sala está dedicada a la orfebrería, a diferentes detalles que es difícil de encontrar cuando los pasos están montados como jarras, bambalinas, cartelas de misterios, coronas entre otras curiosidades. El magnífico manto de la Esperanza de la Yedra de Esperanza Elena Caro también se puede admirar en un extremo de la sala así como delanteras de pasos de palio como el de la Estrella, Paz en su Mayor Aflicción o la Soledad. Destacar las caídas delanteras de palios como el de Socorro o la Concepción Coronada que no ha llegado a estrenarse en su palio. La última sala es el plato fuerte. Los pasos de palios completos. Una joya como es el palio completo del Desconsuelo, el de la Virgen de la Encarnación, la Piedad y la Virgen del Valle. Destacar, por último, dos grandísimas traseras de los pasos como son el del Traspaso y el de la Esperanza de San Francisco, así como el techo de palio calado de Madre de Dios del Patrocinio que llama la atención por su bella impronta.
Tiempo habrá para acudir a esta magna cita dedicado al patrimonio de las cofradías. Tiempo hay para hacerlo. Sería imperdonable perderse este gran ‘tsunami’ de arte cofradiero que es el fiel reflejo del paso del tiempo en la ciudad reflejado en la impronta de sus cofradías.