Así regresa la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista tras la restauración

La hermandad de Bellavista ha repuesto al culto a la Virgen del Dulce Nombre en el taller de Darío Ojeda Cordero, hermano de la corporación y Graduado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales por la Universidad de Sevilla.

Desde las 11 de la mañana las puertas de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús están abiertas, momento en el cual la imagen estará expuesta a la veneración hasta las 19 horas, instante que dará inicio la misa de acción de gracias.

La imagen vuelto al culto después de 5 meses. En un principio iba a ser Álvarez Duarte, autor de la imagen, el encargado de la restauración, pero desgraciadamente falleció. La hermandad apostó por este joven que ha sido alumno de Arquillo y ha efectuado cursos de especialización en el IAPH.

El Covid-19 no ha supuesto un impedimento para acometer esta intervención, pero sí se ha llevado consigo el trabajo de otros muchos artesanos, que han visto frenados muchos de sus trabajos, incluso paralizar restauraciones de tallas como la del Cristo de la Salud de la Carretería, María Auxiliadora de la Trinidad o Santa Lucía.

Tras esta restauración, actualmente el único titular retirado del culto de las hermandades sevillanas es el Señor del Descendimiento de la hermandad de la Quinta Angustia.

Virgen del Dulce Nombre

La Virgen del Dulce Nombre de Bellavista esta una talla de más de 50 años. Fue bendecida por el párroco de San Lorenzo por aquel entonces, José Camacho. La historia de su ejecución, surgió de querer crearse una parroquia en el barrio en 1968. El primer párroco fue el padre José Antonio Pérez Domínguez de la Rasilla. Al comprobar la poca asistencia a la iglesia, se le ocurrió el crear una hermandad y traer a una dolorosa que le fue encargada a Álvarez Duarte.

El 22 de agosto de 1969, llegaba al barrio de Bellavista, festividad por aquel entonces del Inmaculado Corazón de María. De forma privada era trasladada hasta colegio Santa María para salir en procesión hasta la que iba a ser su sede. Dos días más tarde, quedaba expuesta en besamanos, lo que produjo una gran asistencia de fieles.

Con motivo de su llegada, tuvo la coronación popular el 12 de septiembre de 1970, día de su festividad. «¡La Virgen no tiene corona!», era la expresión de todos los vecinos. La Carretería cedió una presea. El párroco inicio el 23 de septiembre de 1969, la tarea solicitar donativos, la conocida por aquel entonces perra gorda, llegando a obtener los suficientes ingresos para poder realizar la añorada corona.

Durante el mes de septiembre, cuando la Virgen alcanzó la Plaza de las Cadenas en su salida en el día de su festividad, el párroco le impuso la corona confeccionada por Jesús Domínguez, conseguida por la aportación dada por la gente del barrio. Perteneció a la hermandad sacramental hasta 1975, momento en la que se disolvió. Ya en 1992, surge la idea de crear una corporación penitencial sobre las imágenes que residían en el templo. Dos años más tarde obtuvieron el título de agrupación parroquial. Desde 1999, la dolorosa sale bajo palio junto al Señor de la Salud y Remedios cada Viernes de Dolores.

abc

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