Sevilla se prepara para vivir uno de los momentos más conmovedores y esperados de este año: la doble salida extraordinaria de la Virgen de la Estrella, en conmemoración del 25º aniversario de su coronación canónica. La Virgen de Triana, símbolo de fe y esperanza para miles de sevillanos, volverá a recorrer las calles de su barrio para reencontrarse con sus fieles en un emotivo evento cargado de significado.
El brillo de la Estrella no solo iluminará los corazones de quienes la acompañen en su procesión, sino que estará acompañado por el estreno de una marcha dedicada especialmente a ella: ‘Hijo de la Estrella’. Esta obra musical, compuesta por José Manuel Sánchez Crespillo, ha sido concebida como una ofrenda llena de devoción a la Virgen y a los hermanos de la Hermandad, quienes sienten una conexión profunda con su imagen.
Las palabras de la Banda de Cornetas y Tambores Rosario de Cádiz, encargada de estrenar la marcha, son un reflejo del respeto y amor con el que se ha creado esta pieza: “Es una marcha que no dejará indiferente a nadie. Con la pura esencia trianera y el alma de Andalucía, será un regalo para la Virgen y sus devotos”. No será hasta el 2 de noviembre, en la procesión de regreso, cuando esta marcha resonará por primera vez en las calles de Sevilla, creando un vínculo aún más fuerte entre la Virgen y quienes la veneran.
Una Devoción que Trasciende el Tiempo
Veinticinco años después de su coronación canónica, el fervor por la Virgen de la Estrella sigue intacto, quizá más vivo que nunca. Las lágrimas y sonrisas de quienes la acompañarán en su procesión serán testimonio de una historia de fe que ha pasado de generación en generación. Desde el niño que la contempla asombrado por primera vez hasta el anciano que la ha acompañado toda su vida, todos sentirán el mismo nudo en la garganta cuando la Estrella brille bajo el cielo de Triana.
Esta salida extraordinaria no solo conmemora un hito histórico, sino que celebra el amor profundo que Sevilla profesa a su Estrella, una madre que nunca ha dejado de guiar a sus hijos, incluso en los momentos más oscuros. Este reencuentro será un abrazo entre la Virgen y su pueblo, un abrazo que llevará consigo plegarias, agradecimientos y sueños compartidos.
Cada paso de la Virgen por las calles de Triana será un suspiro de emoción, y cada nota de la nueva marcha será una caricia para el alma de los devotos. Sevilla vibrará con el latido de una devoción que trasciende el tiempo, unida bajo el manto protector de la Estrella, cuyo brillo jamás se apagará.