Bocetos gaditanos para la esperanza

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Ojo a la Semana Santa que se está dibujando en el horizonte de 2022, si la pandemia lo permite. Haciendo recuento, y si los planes de las respectivas cofradías se cumplen, podremos ver al Señor de las Penas con el frontal de su paso dorado, el palio de Caridad prácticamente bordado al completo (a falta del manto cuyo diseño ya se ha presentado), el misterio completo del Despojado, con posibles avances también en la talla de los respiraderos laterales; algún adelanto en el paso de La Cena, el paso del Prendimiento prácticamente tallado al completo, el paso de Columna más dorado, y el palio de Lágrimas con cubremaniguetas de orfebrería y candelería restaurada y ampliada; el paso de Las Aguas restaurado en parte, el del Huerto con la trasera dorada y los avances que pueda presentar en los laterales; el palio de Medinaceli con un nuevo techo de palio, el nuevo paso del Nazareno procesionando ya tallado y con el frontal del canasto dorado, y los primeros bordados del nuevo palio de Expiración también en la calle.

Esta hermandad del Viernes Santo ha sido la última en sumarse a este ilusionante futuro que a buen seguro se verá reforzado con los proyectos que presenten las candidaturas a junta de gobierno que concurrirán a los procesos convocados para los próximos meses. Así como al que asoma en Borriquita, que el viernes próximo presentará el proyecto de manto bordado para la Virgen del Amparo; el Despojado, que en Cuaresma dará a conocer el boceto del palio que harán para la Virgen de la Concepción; el Nazareno del Amor, que ya no esconde la necesidad de ejecutar nuevas bambalinas para la Virgen de la Esperanza; Vera-Cruz, que sigue bordando el nuevo palio de Soledad en un proyecto que rematará la ejecución también de un nuevo manto; o Medinaceli, dispuesta ya a ejecutar uno de los dos dibujos que Fray Ricardo de Córdoba dejó en herencia.

En medio del desgaste de la pandemia, de la incertidumbre de unos cultos mermados por el Covid y de la desilusión que todo esto puede acarrear, las hermandades siguen soñando despiertas y pintando a lápiz proyectos de gran factura que en buena parte podremos ver procesionar por las calles en 2022.

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