El cartel en sí lo protagoniza un primer plano del soberbio rostro de la Virgen de la Estrella, que emerge brillante y reluciente dentro de un marcado estilo hiperrealista, en el marco de la línea artística del autor. En la parte inferior del lienzo el río Guadalquivir y el puente de Triana desde su margen derecha, con el inicio de la calle Betis y la capillita del Carmen ligeramente difuminadas.
El resto del cartel, rodeando la dolorosa, se compone de recortes de prensa y crónicas del día de la coronación, aquel 31 de octubre de 1999 del que ahora se cumple un cuarto de siglo.