Cofradías de Cádiz y Youtube

«Para difundir y compartir en directo cultos de la hermandad, con el objetivo de que llegue a todo el mundo que lo desee, necesitamos que nuestro canal de Youtube alcance al menos 1.000 suscriptores». No sé si les habrá llegado estos días, a través de las distintas redes sociales, este mensaje. Es la petición desesperada y a contrarreloj de algunas cofradías de Cádiz. No es por desmotivar ni mucho menos pero digo desesperada porque la mayoría de ellas necesita en torno a 800 seguidores en sus respectivos canales para lograr el ansiado objetivo de retransmitir en directo por Youtube. Y teniendo en cuenta los días que faltan para que comience oficialmente la Cuaresma pues es evidente que la hazaña

 se presenta como una compleja carrera contra el tiempo. Ojalá no fuera así pero esta es la realidad de los canales de las hermandades gaditanas en esta plataforma.

Suscriptores, seguidores, fans… el reto de ganar partidarios en la red es hoy como nunca antes una constante. Facebook, Twitter, Instagram… transforman desde años nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos con los demás con el peligro de que para muchos se convierte en obsesión lograr en sus publicaciones el respaldo y la aprobación de quienes les siguen.

Después está Youtube, esa plataforma infinita e inagotable de recursos que hace tambalear cualquier estructura tradicional de comunicación porque en ella, además de eventos, conciertos o tutoriales de todo tipo, encontramos aquello que no quieren que se diga o se analice. Los artífices de esto último son los youtubers, tan aclamados por unos y denostados por otros. Y no me refiero a los clásicos que arrasan entre los más jóvenes sino a nombres como Roma Gallardo, Rubén Gisbert o Sergio Caridad que, a pesar de no estar en el top de los que tienen más suscriptores, cuentan sus seguidores por miles.

Supongo que el éxito de estos youtubers reside no sólo en las temáticas que abordan y en cómo las plantean sino también en la constancia en sus aportaciones, principalmente porque se dedican a esto.

Así que en medio de la inmensa oferta de Youtube las hermandades de Cádiz lo tienen bastante difícil. Es cierto que algunas crearon su canal hace años mientras que otras, por el contrario, han arrancado ahora. Pero seamos realistas. Llegar a los 1.000 suscriptores es muy complicado. Primero porque es necesario enriquecer esos canales prácticamente a diario, durante todo el año, con contenidos que sean atractivos. Segundo, porque es una temática que interesa a un público muy concreto y tercero porque muchos de esos espectadores cofrades que se pretenden, por edad, son más de medios tradicionales. Sólo para que se hagan una ligera idea el canal del Nazareno de Santa María va por los 483 suscriptores.

En cualquier caso, la esperanza es lo último que se pierde y yo ya me he suscrito a unas cuantas hermandades estos días. Pero, como consejo, quizás estaría bien contemplar otras alternativas como emitir a través de sus páginas de Facebook respectivas o bien hacerlo por Youtube pero con un ordenador portátil. Incluso en la misma plataforma existe algún tutorial para hacer un directo desde el móvil sin tener que alcanzar los 1.000 suscriptores. En fin, que si se sabe cómo, no es imposible.

LaVozdigital

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