De la suspensión de la Semana Santa de Sevilla a un Consejo de Cofradías andaluz

Tras el repunte de los casos de COVID en otoño, nadie en su sano juicio pensaba que existía la más remota posibilidad de que hubiera Semana Santa este año y, sin embargo, la decisión oficial se retrasaba. Fue el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el que dijo en vísperas de la Inmaculada que el anuncio sobre las Fiestas de Primavera de Sevilla sería oficialmente después. Ya el Arzobispado se había reunido con los consejos locales de cofradías de la Diócesis para indicarles que la suspensión sería mediante un decreto firmado por Juan José Asenjo.

Mientras, fuentes del Área de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla indicaban a este medio que Espadas quería repetir la foto del año pasado en su despacho, con el arzobispo Asenjo y el presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez.

Todo parecía casar. Pero pasó la Inmaculada…

Entonces, y con la idea de la suspensión asentada, entró en juego un nuevo actor, hasta ahí con protagonismo únicamente a nivel técnico y sanitario: La Junta de Andalucía. Horas después de que el Ayuntamiento de Sevilla suspendiera la Feria (el 17 de diciembre y sólo la Feria), de que el presidente Moreno Bonilla diese por suprimida la Semana Santa y de que el consejero de Salud, Jesús Aguirre instase a tomar ya medidas drásticas, desde San Telmo se descolgaban convocando a una reunión -hoy 13 de enero- a los presidentes de consejos y agrupaciones de hermandades de las capitales más Jerez de la Frontera. El motivo: dar la imagen de que la decisión de la suspensión era común, colegiada, bajo el manto protector de la Junta de Andalucía y con su foto de rigor.

Y resulta que diez días después, el Obispado de Sevilla suspende las cofradías…

Inmediatamente, los restantes organismos cofradieros andaluces publicaron comunicados en los que decían que esperarían a la reunión con la Junta, pero a las pocas horas, el Obispado de Granada “en comunión con las decisiones del Arzobispado de Sevilla” coge el mismo camino, dejando a la altura del betún a la Federación de Hermandades y Cofradías granadina. Casi a la vez, en Córdoba se ven las caras el alcalde, el obispo y… ¡el mismísimo consejero de Salud! y resuelven no suspender y esperar. Claro, ¿cómo iba el consejero a contribuir a dejar sin contenido la reunión montada por su propio jefe?

Para rematar, la autoridad eclesiástica de Cádiz también decreta que no haya cofradías en su diócesis. Hace sólo 4 días.

¿Y qué fue de la pretendida foto de Juan Espadas? ¿Por qué desistió? Un motivo técnico. Y otro político: quitarse de enmedio por una decisión que podía generar controversia en el resto de Andalucía. Lo ocurrido en el PSOE andaluz en las últimas semanas lo deja en muy buen lugar para convertirse en candidato a la presidencia de la Junta en las autonómicas del año que viene y no es plan empañarlo desde antes alentando un sentimiento antisevillano.

Y no anda descaminado el actual alcalde de Sevilla si nos atenemos a la indignación que provocó el decreto de Juan José Asenjo, reflejada tibiamente en los comunicados del resto de Andalucía pero a todo trapo en la prensa local de cada capital, con algunos casos realmente vergonzosos.

Y el mismo sentido -puñetera política-, pero al revés, tiene la Junta de Andalucía para querer abanderar la suspensión. Tanto para los malagueños del PP Moreno Bonilla como Bendodo -éste con fama de (in)digno heredero de Villalobos y Aparicio en su antisevillanismo– es una magnífica oportunidad de escenificar el logro de una supuesta cohesión ante la pandemia en un acontecimiento tan importante como la celebración de la Semana Santa en Andalucía y el liderazgo en un sector, el cofradiero, tan llamativo.

Para ello ha contado con la colaboración de la Agrupación de Cofradías de Málaga, presidida por Pablo Atencia, hermano del ex dirigente del Partido Popular Manuel Atencia. En el organismo cofradiero malagueño se recordó, desde el mismo momento en que el obispo de Sevilla determinó la suspensión, que había una “hoja de ruta” establecida en una reunión de los presidentes de los consejos de hermandades de Andalucía celebrada en Antequera.

“Esto de que cada uno haya tirado por su lado va contra lo adoptado de actuar de forma colegiada y pone en jaque lo acordado por los organismos cofrades. Si tenemos dos reuniones al año y acuerdos en común hay que cumplirlos”, manifestaron a SevillaInfo fuentes de la institución malagueña. Las mismas, al recordársele que se trataba de un decreto de Palacio respondieron con rotundidad que “Sevilla decidió tirar por su lado, sí el Obispado, pero es posible que alguien le empujara a hacerlo así”.

Hay que recordar que el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez, presentó en rueda de prensa los actos para la Cuaresma de este año apenas 24 horas después del decreto de suspensión de Palacio. La rueda de prensa había sido convocada prácticamente a la vez que el decreto salía a la luz y lo expuesto en la misma indicaba que se llevaba trabajando mucho tiempo en el programa. En esa misma comparecencia, Vélez quiso resaltar la autoridad del obispo de la Diócesis para decretar qué cultos se hacen o no y que ni él ni sus homónimos andaluces tienen potestad, además de que no existe “un órgano colegiado a nivel andaluz” de cofradías.

En este sentido apuntar un rumor: en los cenáculos cofradieros es muy comentado que esas reuniones no vinculantes de los presidentes de cada capital andaluza más Jerez pueden ser el embrión para la creación de un organismo a nivel andaluz que vaya más allá de los actuales simples encuentros de intercambio de impresiones. Que hay un interés político es una realidad. Que hay una atenta indiferencia por parte de la autoridad, también. Autoridad eclesiástica, como es lógico.

Y así se llega a la reunión de hoy, día 13 de enero, convertida en algo absurdo y a la que, si no media modificación, acudirán todos los presidentes de los organismos cofradieros de las capitales de provincia de Andalucía –algunos se lo pensaron…– y de Jerez de la Frontera. Estarán acompañados del consejero de Presidencia, Elías Bendodo, y la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y no habrá que tomar ninguna decisión trascendente, por la sencilla razón de que ya está tomada y asumida. Sí es posible que haya propuestas apuntadas en estas líneas y que se repasen todos los acontecimientos.

SevillaInfo

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