En un giro inesperado, la Policía Nacional ha detenido a un exvestidor de la Virgen de Regla de la hermandad de Los Panaderos por un acto de vandalismo que afectó la capilla de San Andrés en Sevilla. Los hechos, que incluyen pintadas y daños al patrimonio, han reabierto un debate sobre las tensiones internas que históricamente han caracterizado a las cofradías sevillanas.
En diciembre de 2022, la capilla amaneció con pintadas dirigidas al hermano mayor de la hermandad, y desde entonces, los actos de sabotaje no han cesado, incluyendo cerraduras bloqueadas. Tras meses de investigaciones, el detenido ha sido identificado como el antiguo vestidor de la Virgen de Regla y, aunque se encuentra en libertad con cargos, este caso resalta la complejidad de la vida interna en estas agrupaciones religiosas.
Conflictos Históricos y Competencia Social en las Cofradías
La tradición de rivalidades en las hermandades sevillanas no es nueva. Documentos históricos de archivos eclesiásticos reflejan numerosos incidentes de confrontación, como el registrado en el siglo XVIII entre cofrades de la Hermandad de San Bernardo, donde un conflicto casi termina en agresión física. Según el investigador Carlos Romero Mensaque, estas rivalidades tienen raíces en la necesidad de estas organizaciones de asegurarse el apoyo de los fieles y su sustento económico. La competencia entre hermandades fue en parte un reflejo de la pugna por el favor de la comunidad.
Estas tensiones, vigentes hasta hoy, surgen en buena medida de la influencia de la burguesía, que durante siglos buscó posicionarse dentro de la estructura social a través de las hermandades. El investigador Daniel Gutiérrez Marín, de la Universidad Pablo de Olavide, explica que las hermandades se constituyen como “campos de competencia social”, en los que cada actor intenta acumular prestigio y legitimidad. La influencia de Pierre Bourdieu en este análisis revela que los conflictos, velados o evidentes, son inherentes a la dinámica de las cofradías.
Reacción de la Hermandad y Llamado a la Unidad
Tras la detención, la hermandad emitió un comunicado en el que mostró su agradecimiento a la Policía Nacional y a la empresa municipal de limpieza, Lipasam, por su intervención. Asimismo, realizó un llamamiento a la unidad y al respeto, esperando que este tipo de incidentes no se repitan, especialmente en un momento crucial para la hermandad, que celebrará elecciones en breve.
Esta historia de la hermandad de Los Panaderos, que cruza desde los problemas internos hasta la preservación de su tradición, es una muestra de cómo la Semana Santa de Sevilla sigue siendo un escenario complejo donde lo sagrado y lo humano convergen en un delicado equilibrio.