Lea la noticia en ABC
La pandemia ha obligado a las cofradías a adaptarse a las normas sanitarias del momento y a buscar fórmulas para vivir, con responsabilidad, una segunda Semana Santa sin pasos en la calle. La hermandad de la Amargura ha acordado vivir un Domingo de Ramos de puertas abiertas en San Juan de la Palma. Así, hermanos, devotos y quienes lo deseen podrán visitar este templo de la calle Feria en la jornada que realiza su estación de penitencia a la Catedral.
La corporación presentará a sus imágenes titulares, el Señor del Silencio en el desprecio de Herodes; así como a la Virgen de la Amargura con San Juan, en los lugares en los que habitualmente se muestran en las horas previas a la salida procesional. En esta ocasión, no se encontrarán sobre las andas procesionales, sino en altares efímeros que montará primorosamente el equipo de priostía. Eso sí, la imagen del Señor no estará acompañada de su misterio que representa este singular pasaje evangélico de la Pasión según Sevilla. Las imágenes secundarias, como ya se ha anunciado, formarán parte de la muestra de misterios que se exhibirán en las próximas semanas en el Casino de la Exposición de Sevilla, dentro de la programación cultural prevista para este año en la ciudad ante la ausencia de culto público en las calles por la Covid.
Según ha informado a ABC Sevilla el hermano mayor de la Amargura, Nicolás Ollero Tassara, esta disposición en veneración de las imágenes se podrá contemplar «desde el Sábado de Pasión al Miércoles Santo». La idea, explica, es que «haya un circuito para visitar y pasear dentro de la iglesia de San Juan de la Palma», que, en todo momento, respetará la medidas y normas en prevención de la propagación del coronavirus.
Por último, para la jornada del Domingo de Ramos, a las ya habituales misas de por la mañana y por la tarde, se sumará este año la celebración de un vía crucis interno para cerrar el día. El acceso a este piadoso rezo y al templo durante todos estos días será libre, ajustándose al aforo permitido. «Estaremos con el templo abierto, que es lo que nos distingue al año pasado», ha concluido Ollero.