El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, avala en un informe emitido tras una queja de un particular, la celebración de procesiones infantiles de Semana Santa en los colegios públicos. Todo vino a raíz de unas asociaciones de padres que en su momento pidieron que se paralizaran estas actividades porque entendían que vulneraban la Constitución Española y no podían considerarse actividades complementarias a la asignatura de Religión.
Fue la AMPA Nueva Escuela, la que reclamó la suspensión de estas actividades debido «a que es una actividad general de carácter confesional desarrollada en horario lectivo y organizada por las maestras de religión». Añadiendo que «interrumpe el desarrollo del resto de asignaturas, y que este tipo de actividad segrega al alumnado por motivos religiosos, al diseñar una actividad general confesional». Por último, esta asociación de padres consideraba que «se expone o señala a los más pequeños; y que promueve un trato diferencial a las familias según sus creencias religiosas».«En ningún momento se ha vulnerado el derecho de las familias a declarar sobre sus propias creencias, puesto que el centro ha ofrecido la posibilidad de participar en una actividad complementaria», señalan desde Educación
Como este problema también se estaba presentando con otras hechos como la celebración de la Navidad con un belén, y los centros escolares no tenían un criterio fijo ya que algunos habían suspendido las actividades y otros habían hecho caso omiso a las reclamaciones, el Defensor del Pueblo decidió elevar la consulta a la Viceconsejería de Educación. Esta ha determinado que las procesiones infantiles entran dentro de la asignatura de Religión y se ajustan a la normativa vigente «al encontrarse estrechamente vinculada al curriculum, de esa asignatura, como se establece en la normativa que la regula y esta incluida en la programación de la asignatura». «La actividad consistente en la simulación de una procesión religiosa, como actividad complementaria, tal como la ha desarrollado el centro, se ajusta a la normativa vigente cumpliendo tanto en su diseño, aprobación y desarrollo con los requisitos establecidos en la normativa vigente: habiendo sido diseñada y planificada por el profesorado de la materia, propuesta por el equipo de ciclo y aprobado por el Consejo Escolar; contando además con las medidas alternativas necesarias para atender al alumnado que no desee participar en la misma», aclara Educación.
Además, se pone de manifiesto, que estas manifestaciones de simulaciones de procesiones, se hacen eco de la declaración realizada en la Ley 10/2015 para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. En todo caso, además, «en ningún momento se ha vulnerado el derecho de las familias a declarar sobre sus propias creencias, puesto que el centro ha ofrecido la posibilidad de participar en una actividad complementaria sin preguntar sobre ideología o creencia».
Este periódico ha recogido la satisfacción de quien elevó la queja, Juan Antonio Carrasco, que se mostraba muy contento con la respuesta recibida. «No me la esperaba, como católico me siento muy contento. Todos sabemos que España es un estado aconfesional, pero que yo sepa la participación en estas simulaciones de procesiones no son obligatorias», afirma. «No todos los andaluces somos proferiantes, ni procarnavales, ni proandalucistas, y esto se celebra en los colegios andaluces, pero siempre los tiros van para el mismo sitio», señala Carrasco.