La memoria como eje principal: por los que ya no están, por las enseñanzas recibidas, por la devoción transmitida de padres a hijos, es lo que ha querido transmitir con su trabajo el artista ecijano Agustín Martín de Soto, al cumplir el encargo de realizar un cartel que conmemore los 450 años de la Hermandad de la Soledad.
La obra lleva por título «El Cartel de la Memoria«, y tiene una especial dedicatoria, a María, la abuela del autor, por la «devoción, cariño y ternura con la que su abuela María ha mirado siempre a su Soledad», confesaba el padre del artista en la descripción del cuadro.
Agustín Martín de Soto no ha podido estar presente en el acto debido a compromiso familiar ineludible; las horas previas al nacimiento de su segundo hijo. En su lugar ha sido su padre, Agustín Martín Reina, quien ha explicado lo que el artista ha querido transmitir con esta obra, que pasará a la historia de la hermandad por el motivo que representa.
La memoria
Según Martín Reina, el cartel tiene este título porque son muchas la referencias a la memoria, al no olvidar. Por este motivo recoge el lema «de la Soledad», que es un inscripción que se encuentra en una lápida de mármol a los pies de la Virgen «como sitio reservado en la capilla para los hermanos que parten de este mundo», dedicatoria de este modo a los que han vinculado de alguna manera su vida a esta hermandad.
También rinde homenaje a su abuela, esa persona que con 90 años mantiene una lucha con la memoria, los recuerdos, muchos de ellos vinculados a la Virgen de la Soledad.
El cuadro también recupera la memoria vinculada a los comienzos de artista. En este sentido ha recurrido a diversas técnicas para desarrollarlo, las mismas que le sirvieron para aprender: trazos de carboncillo, lápices de colores, tiras de colores, acrílico y óleo, todo tiene su lugar en esta obra.
La imagen
En el cuadro lo único que aparece claro y definido es el rostro de la Virgen,
lo demás aparece con un difuminado progresivo. Esto se debe, según la descripción, a que el rostro de la Soledad sobresale por encima de todo, incluso de los innumerables detalles que conforman la barroca capilla de la hermandad donde permanece todo el año.
Centrar la pintura en la imagen de la Virgen de la Soledad, responde a la decisión del artista de «poner en valor la advocación que da sentido a la cofradía», en tan destacada efeméride.