La hermandad del Gran Poder ha recuperado los brillos originales del lienzo de los Desposorios de la Virgen María, una obra atribuida al círculo más cercano a Murillo de finales del siglo XVII que forma parte del patrimonio cultual de la corporación desde hace siglos. Gracias a esta restauración que fue presentada este martes, la corporación centra la atribución a la mano de Francisco Meneses, uno de los discípulos más destacados del genio del barroco sevillano.
La obra ha sido intervenida gracias al proyecto de conservación, subvencionado en un 80% de su coste total por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y dirigido por la doctora y conservadora-restauradora Concepción Moreno Galindo.
En la presentación celebrada en el tesoro de la hermandad, la propia Moreno ha señalado el estado en el que se encontraba esta obra con «muchos repintes, estucos, rotos y golpes». Por ello se «ha intentado recuperar al máximo la obra que fue mutilada tiempo atrás por ambos lados».
La restauradora ha dado las claves de su autoría que se acerca a la mano de Francisco Meneses, uno de los discípulos más cercanos a Murillo: «Es un espectro idéntico a las preparaciones de Murillo. De un discípulo que estuvo con él en su taller, no solo un seguidor: Francisco Meneses».
El hermano mayor Félix Ríos «ha felicitado y agradecido» a la Consejería de Cultura su apuesta por estas intervenciones: «Obras como estas llevan 200 años en estos espacios pero pasan inadvertidas y en la lista de prioridades ocupan los últimos lugares de las hermandades. Estas convocatorias suponen una oportunidad para que este patrimonio se recupere con criterios científicos».
Por su parte, la consejera Patricia del Pozo indica que este trabajo es «otro broche de oro más para este magnífico cuarto centenario del Señor del Gran Poder. Con esto cumplimos con esa inmensa deuda que durante años hemos tenido con las hermandades de Andalucía», donde añade que «en estos años tan difíciles, han demostrado que son parte viva de la sociedad. Si no hubieran estado, nuestra realidad hubiese sido infinitamente peor».
Los Desposorios de la Virgen
Los Desposorios es una escena pintada en óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 156 x 240 cm., a las que se añade el marco, tallado en madera y dorado en oro. El estado general de la obra «era malo, pues presenta numerosas alteraciones en el soporte, en la aplicación de la capa pictórica, con la posible presencia de repintes, así como en el acabado, de ahí la idoneidad su restauración», como señala el informe de restauración. En la actualidad se encuentra ubicado en la caja de escalera de la casa de la hermandad del Gran Poder en la calle Hernán Cortés, aunque anteriormente ha ocupado otros espacios de las dependencias tanto de la Basílica como de la capilla de San Lorenzo. La primera aparición explícita de la obra en el inventario de bienes de la corporación de la Madrugada es en 1855, aunque podría estar en posesión de la corporación mucho antes.
La escena representa la disposición clásica con la mano de la Virgen María otorgada a San José, que reverencialmente la acepta en presencia del sacerdote del Templo y rodeados del cortejo nupcial, aquí los apóstoles y niños que recogen el manto de la Virgen, todos de ala usanza barroca de la escuela sevillana. El Espíritu Santo es el que derrama su bendición sobre el enlace y el fondo de la escena evoca las construcciones clásicas que se popularizaron en esta iconografía desde el s. XV.