El grupo de la Soledad de la Merced de Córdoba, en pos de «recuperar la importancia histórica» de la Virgen

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El Grupo de fieles de la Soledad de Nuestra Señora, con sede en la iglesia parroquial de la Merced, sigue avanzando en el culto a esta imagen objeto de una devoción histórica de la ciudad con una cofradía que existió entre los siglos XVI y XIX. El Sábado de Pasión, 27 de marzo, a las siete de la tarde, celebrará su primera función principal en este templo.

La misa será predicada por Marco Antonio Connelly, esclavo del Santísimo Sacramento. Para darle una mayor difusión han elaborado carteles conmemorativos con un dibujo del artista local José Ariza y también estampitas de la Virgen. Este grupo de fieles cuenta con una veintena de integrantes y su mayor objetivo desde que se forman es rendirle culto y darla a conocer.

Nuestra Señora de la Soledad es una imagen anónima del siglo XVII que pertenece a la colección de la Diputación Provincial de Córdoba. Según cuentas que constan de su antigua cofradía, se realizó entre 1655 y 1659 en Granada.

Guillermo López Merino, secretario del grupo de fieles de la Soledad, explica que han comenzado «de una manera muy humilde» dedicándole desde diciembre de 2020 una misa el tercer sábado de cada mes. Ahora en Cuaresma ha llegado el momento de hacer esta celebración especial para la que quieren contar con el canto de algún coro todavía por definir. Han escogido el sábado por ser un día muy vinculado con la Virgen y con la Soledad particularmente.

En estos meses han recuperado el rezo del ‘Salve Regina’ a la Virgen de la Soledad y en un futuro le cantarán el ‘Stabat Mater’. «Llegaremos hasta donde el pueblo de Córdoba quiera que lleguemos», explica López Merino. Ahora mismo su labor se desarrolla en la parroquia, en la que participan en el Vía Crucis de cada viernes de Cuaresma y en el rezo del rosario antes de las eucaristías del sábado.

Entre sus objetivos inmediatos, «recuperar toda la importancia histórica que tenía la imagen» e «ir engrandeciendo poco a poco su ajuar, tanto vestimentas como otros elementos propios de la imagen de una dolorosa», explica López Merino. El historiador Juan Aranda, el poeta Pablo García Baena, el historiador del arte Francisco Mellado y el imaginero Antonio Bernal, que la restauró, son nombres que figuran en la reposición de la Virgen de la Soledad al culto actual.

Como hito en la recuperación de esta Virgen de la Soledad, López Merino apunta la exposición del 450 aniversario de la cofradía de las Angustias en San Agustín en noviembre de 2009. Allí «se presenta de nuevo la imagen al pueblo de Córdoba y cuando se devuelve al antiguo convento de la Merced dentro del ámbito cofrade es bastante comentada».

«Un grupo de amigos que somos historiadores del arte reparamos en ella y nos quedamos absolutamente enamorados de la imagen y decidimos, por qué no, volver a intentar recuperar la proyección que tuvo en su origen», indica el secretario del grupo de fieles.

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