Así explica Antonio Picchi, su logotipo para el Cristo de Burgos: «La creación de la imagen corporativa para la conmemoración de tal efeméride debía ser sublime y de carácter sobrio, propio de la talla y la hermandad, pero sin dejar a un lado características minimalistas que imprimieran actualidad. La premisa de combinar un grafismo con texto para el anuncio de los actos, nos conduce al desarrollo de un imagotipo. Así podría ser utilizado por separado para ser plasmado en cualquier tipo de soporte y funcionar.
Para ello se elige como motivo principal la singular e inconfundible silueta de la talla, donde se pueden apreciar los detalles más característicos y cambios que ha sufrido a lo largo de estos 450 años, desde su documento de encargo, fechado el 18 de noviembre de 1573 al insigne escultor Juan Bautista Vázquez «El Viejo», la transformación en su fisionomía por Manuel Gutiérrez-Reyes Cano a finales el siglo XIX, hasta la imagen que hoy podemos contemplar. Podemos apreciar faldellín tubular de tela, los casquillos que rematan la cruz, la cartela INRI, la corona de espinas y las potencias. Consiguiendo así una imagen que nunca se ha podido contemplar como tal, pero si imaginar.
Es recreado a la mayor simplicidad y reduciendo los puntos de ancla o nodos al mínimo. Todo ello descansa sobre una elegante y esbelta numeración -originalmente trazada para la ocasión-, la y con mayor identidad, «CRISTO DE BURGOS», que a su vez aparece achatada en su interlineado haciendo alusión al soporte del paso de los años. Se ha utilizado como base una tipografía sin serifa, muy simple y sobria, pero de convincente categoría. Es expresiva la ausencia de la letra «O» en las palabras Cristo y Burgos, donde es sustituida por una madeja o nudo que abre paso a lo infinito, además de evocar la ciudad de Sevilla sin la necesidad explícita de ser nombrada.
Complementa todo el conjunto la elección de únicamente dos colores, no son más que la adaptación de los utilizados por la corporación: El negro con una tonalidad mas apagada, símbolo del misterio, el poder, la elegancia y la sofisticación; Y un amarillo hacia una tonalidad más dorada que evocaría al sol, las riquezas y el poder. La disposición de los elementos en equilibrio visual, genera representatividad y pregnancia de la efeméride y proporcionará la originalidad con detalle y simplicidad a la hermandad en el desarrollo de los actos conmemorativos».
Antonio Picchi Álvarez es Técnico Superior en Diseño y Producción de Artes Gráficas y Postgraduado en Producción Editorial.
Desarrolla su actividad profesional el área de la comunicación visual y el diseño gráfico, realizando actualmente labores de diseño gráfico en la Imprenta Provincial de la Diputación de Sevilla, así como de manera propia sigue creando contenidos gráficos.
Ha realizado comunicación para campañas e instituciones públicas desde hace más de quince años, así como capacitaciones en áreas muy diversas, tanto de carácter Institucional Público, como en empresas privadas en territorio nacional e internacional tales como museografía, tipografía, revistas, catálogos, identidades corporativas y diseños entre otros.
Explora proyectos visuales personales; busca complementar y aportar a encargos propios en comunicación y brinda servicios a otras disciplinas como la arquitectura y la publicidad.
En cuanto al diseño relacionado con el mundo cofrade; logotipos conmemorativos de efemérides, papeletas de sitio y desarrollo de varias exposiciones. Además de nuestra hermandad lo es también de la Esperanza de Triana, La Paz y Resurrección.