La Hermandad de Montserrat, con orígenes que se remontan al siglo XV, tiene una historia rica en tradiciones y peculiaridades que la distinguen en el panorama cofrade sevillano. Fundada por catalanes afincados en Sevilla, sus primeras Reglas datan de 1601, pero fue en el siglo XIX cuando la corporación experimentó un periodo de esplendor y renovación.
Este auge coincidió con la reorganización de la cofradía a mediados del siglo XIX, en un contexto marcado por el apoyo de la Corte de los Montpensier y la burguesía hispalense. Durante estos años, la Hermandad introdujo elementos innovadores y distintivos en sus estaciones de penitencia. Uno de los más notables fue la inclusión de un paso alegórico protagonizado por la figura del profeta Isaías, una escultura encargada al artista valenciano Vicente Luis Hernández Couquet. Esta imagen procesionó de manera ininterrumpida desde 1861 hasta 1885, aportando un carácter singular al cortejo.
Además, en 1858 la Hermandad sumó un cuerpo de soldados romanos, compuesto por veinte hermanos y dos cornetas, que escoltaba al Santísimo Cristo de la Conversión. Al año siguiente, en 1859, se incorporó la figura de la Santa Mujer Verónica, encarnada por una joven, quien también se convirtió en un símbolo distintivo de la procesión.
No obstante, la innovación no se detuvo allí. En 1865 se añadió otro elemento simbólico: la representación de la Virtud Teologal de la Fe, también encarnada por una joven. Ambas figuras femeninas, la Verónica y la Fe, se han mantenido como emblemas tradicionales de la Hermandad hasta la actualidad. Hoy en día, son hermanas de la cofradía quienes asumen con orgullo y devoción esta peculiar forma de participar en la estación de penitencia, preservando así una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Estas incorporaciones del siglo XIX no solo reflejan la creatividad y el carácter simbólico de la Hermandad de Montserrat, sino que también subrayan la importancia de la tradición y la identidad en la historia de esta cofradía, que sigue siendo una de las más singulares en la Semana Santa de Sevilla.