El Señor de la Salud, titular de la Hermandad de los Gitanos, fue fotografiado en 1930 en la Plaza de San Román, justo frente a la ojiva de la parroquia del mismo nombre. Esta imagen histórica, publicada originalmente en el semanario Nuevo Mundo en 1933, captura un instante único de una devoción que aún perdura.
La imagen del Señor y su paso
La talla del Nazareno que aparece en la fotografía no es la actual, realizada por Fernández Andes en 1938, sino una imagen anterior atribuida a Francisco Antonio Ruiz Gijón o Montes de Oca, aunque sin certeza documental. Esta obra, junto con la primitiva Virgen de las Angustias y los enseres de la hermandad, fue destruida en el incendio de 1936.
El paso que porta al Señor es un canasto sencillo de líneas rectas y cajetones, creado en 1914. La Banda de Cornetas y Tambores del Regimiento de Ingenieros fue, probablemente, la que acompañó a la imagen en su estación de penitencia en aquellos años, según referencias documentales de Castroviejo.
El contexto histórico y social
La fotografía pertenece a un periodo turbulento en la historia de España, con las tensiones políticas y sociales de la II República marcando el devenir de la Semana Santa. 1930 fue un año de transición, mientras que en 1933 la Semana Santa se suspendió completamente debido al ambiente hostil hacia las manifestaciones religiosas.
El artículo al que acompaña esta fotografía, titulado «Recuerdos de las cofradías de madrugada», es obra de José Muñoz San Román y ofrece una visión nostálgica de una época que, para ese entonces, parecía cada vez más lejana.
De San Nicolás a San Román: un viaje de fe
La Hermandad de los Gitanos, fundada en 1753 en el Convento del Espíritu Santo en Triana, pasó por varios templos debido a desavenencias y cuestiones logísticas:
- Convento del Pópulo tras la marcha de Triana.
- San Esteban en 1837.
- San Nicolás en 1860, aunque la estrechez de sus puertas impidió las salidas procesionales.
- San Román en 1880, donde permaneció hasta el incendio de 1936.
Tras este trágico suceso, se trasladó provisionalmente a Santa Catalina. Este periplo refleja los desafíos históricos y sociales enfrentados por la Hermandad.
Detalles de la fotografía
El ángulo de la instantánea sugiere que fue tomada desde una azotea cercana, posiblemente de ‘El Uno de San Román’ o Artesanía Rodríguez. El autor más probable es Cecilio Sánchez del Pando, quien capturó varios momentos de la procesión esa misma mañana.
Un legado perdurable
La devoción al Señor de la Salud y la historia de la Hermandad de los Gitanos son testimonio de la resistencia y la fe frente a las adversidades. La talla actual y su paso renovado son el fruto de una tradición que continúa emocionando a Sevilla cada Madrugada.