Córdoba se prepara para un acontecimiento histórico con la celebración del Vía Crucis Magno, programado para el 11 de octubre de 2025, que conmemorará los 600 años del nacimiento del Santo Vía Crucis en Occidente. Este evento, impulsado por el beato Álvaro de Córdoba en 1425 desde el convento dominico de Scala Coeli, sigue tomando forma con la reciente adhesión de dos nuevas hermandades: la Hermandad de la Conversión de Córdoba y la Hermandad de la Columna de Priego. Ambas se suman a esta cita cofrade que promete ser un hito en la historia religiosa y cultural de la ciudad.
El próximo sábado 11 de octubre, más de 30 cofradías de la diócesis participarán en este solemne Vía Crucis, que estará presidido por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Las imágenes titulares de las hermandades permanecerán expuestas en la Santa Iglesia Catedral hasta el domingo 19 de octubre, ofreciendo a fieles y visitantes una oportunidad única para contemplar la devoción y el arte sacro de la provincia.
Nuevas confirmaciones que enriquecen el evento
Además de la Conversión y la Columna, otras hermandades emblemáticas ya han asegurado su presencia, como Nuestro Padre Jesús Nazareno de Córdoba, María Santísima de la O, el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas y Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas. Este creciente respaldo subraya la importancia del Vía Crucis Magno como una celebración que trasciende la capital, uniendo a cofradías de toda la provincia y resaltando la diversidad y el arraigo de la tradición cofrade cordobesa.
Un homenaje a seis siglos de fe
El Vía Crucis Magno no solo será un acto de fervor religioso, sino también un reconocimiento a la figura del beato Álvaro de Córdoba, patrón de las hermandades y cofradías locales. Su legado, iniciado hace 600 años, sigue vivo en esta iniciativa que combina historia, espiritualidad y patrimonio. Con la participación de hermandades tanto urbanas como rurales, el evento refuerza su carácter diocesano y su proyección como una de las grandes citas cofrades de 2025.
Córdoba se viste así de gala para recibir a miles de devotos y curiosos que, durante una semana, podrán disfrutar de la majestuosidad de sus pasos procesionales y de la solemnidad de la Catedral como epicentro de esta conmemoración única.