La Virgen de la Soledad, emblema de fe y devoción en Marchena, volvió a ser el centro de un emotivo acto el pasado 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen, durante el último día del Triduo en la Iglesia de Santa María de la Mota. En una noche cargada de espiritualidad, solemnidad y fervor, la nueva marcha musical titulada «Soledad, Saeta Carcelera», compuesta por la marchenera Natalia Martín González, fue estrenada y aclamada por los asistentes.
La composición, interpretada por la Banda de Música Fernando Guerrero, de Los Palacios, bajo la dirección de la propia autora, rinde homenaje a una de las tradiciones más arraigadas de Marchena: las «carceleras», saetas que los presos cantaban antiguamente al paso de la Virgen en la cárcel. Estas letras, de profundo dolor y desgarro, fueron transportadas al alma de esta nueva marcha, donde la solemnidad y el exotismo se fusionan de manera impactante.
El público, que llenaba la iglesia, no pudo contener su emoción ante esta pieza que captura la esencia de la devoción mariana en Marchena, especialmente ligada a la Virgen de la Soledad. Esta figura representa para los fieles no solo una imagen de fe, sino también un símbolo cultural y artístico que, con la nueva marcha, reafirma su lugar en el corazón de la Semana Santa marchenera.
Una Noche de Emociones y Reconocimientos
El acto no solo estuvo marcado por el estreno de la marcha, sino también por una serie de momentos llenos de simbolismo y emoción. Uno de los momentos más destacados fue la entrega de las pastas del Pregón de la Coronación al futuro pregonero, Jaime Olmedo, por parte de la Rectora de la Hermandad, María del Carmen Moreno Hierro. Olmedo, visiblemente emocionado, agradeció el honor y destacó el valor de este encargo que guardará como un tesoro antes de pronunciar el pregón el próximo 14 de septiembre.
Además, la noche fue testigo de un emotivo homenaje al párroco José Tomás Montes Álvarez, quien fue investido como Hermano Vitalicio de la Hermandad de Nuestra Señora y Madre de la Soledad, el Santo Entierro de Cristo y el Triunfo de la Santa Cruz. Durante su discurso de agradecimiento, el párroco destacó el amor y la devoción que siente por la Virgen desde su llegada a la parroquia, señalando que «las manos de una madre siempre nos acogen, nos acompañan y están con nosotros».
La Hermandad del Santísimo Cristo de San Pedro también se sumó a los reconocimientos, entregando un presente a la Hermandad de la Soledad, en un gesto que subraya los lazos de fraternidad que unen a ambas cofradías.