Jerez 1977: primera cuadrilla de hermanos de la Virgen del Valle

Jerez 1977: primera cuadrilla de hermanos de la Virgen del Valle

En el Viernes Santo de 1977, la Hermandad de la Virgen del Valle protagonizó un hecho que aún resuena en los anales de la Semana Santa de Jerez: la primera cuadrilla de hermanos costaleros cargando el paso de palio. Este acontecimiento simbolizó no solo un cambio en la estructura interna de las hermandades, sino también un reflejo de la transformación social y cultural que vivía España en los años 70.

Una Hermandad Valiente y Vanguardista

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora del Valle, conocida por su historia y tradición, rompió moldes al formar una cuadrilla de hermanos para cargar el paso de palio. Este movimiento, entonces considerado atrevido, marcó un hito en la evolución de las cofradías jerezanas, muchas de las cuales aún recurrían a cuadrillas profesionales para portar sus pasos.

La expectación era máxima, y no era para menos: un paso con la categoría de la Hermandad del Cristo sería llevado por sus propios hermanos, mostrando un vínculo más profundo entre la devoción y el esfuerzo físico.

Protagonistas de una Nueva Era

La cuadrilla de 1977 estuvo compuesta por cofrades destacados de la Hermandad, nombres que hoy evocan respeto y nostalgia. Entre ellos se encontraban figuras como el inolvidable enólogo Manolo Lozano, Rafael Valenzuela —gerente de la Venta El Pollo— y otros hermanos como Paco y Diego Lechuga, Feliciano Merino Sánchez, y José Luis García Sánchez, quien además ejercía como capataz.

La fotografía que inmortalizó este momento refleja el espíritu de la época: un grupo de hombres comprometidos, dispuestos a marcar el comienzo de una nueva tradición que uniría aún más a los cofrades con sus titulares.

Contexto Histórico y Transformación Social

El cambio en las cuadrillas no fue un hecho aislado, sino parte de un contexto más amplio de transformación. Durante la década de los 70, las hermandades comenzaron a adaptarse a las nuevas sensibilidades y desafíos de una sociedad que pulsaba cambios vertiginosos. La integración de hermanos como costaleros representó no solo una cuestión económica —eliminar la dependencia de cuadrillas profesionales—, sino también un retorno al espíritu originario de las cofradías: la participación activa de sus miembros en todos los aspectos.

En este contexto, la Junta de Gobierno liderada por Juan González García, recién elegida en junio de 1976, jugó un papel crucial. Acompañado por cofrades comprometidos como Fernando Fernández-Gao Palacios, Antonio Rosado Gómez y Miguel Ruiz Ruiz, entre otros, esta Junta apostó por la renovación sin perder la esencia de la Hermandad.

Legado y Nostalgia

Hoy, al recordar aquel Viernes Santo de 1977, no podemos evitar sentir admiración por aquellos pioneros que, con su esfuerzo y fe, marcaron el inicio de una nueva etapa en la historia de la Semana Santa de Jerez. La imagen de la primera cuadrilla de hermanos costaleros no solo es un símbolo de valentía y compromiso, sino también un recordatorio de la importancia de preservar la memoria y los valores que sustentan nuestras tradiciones.

Como escribió Joaquín Romero Murube: “Las cofradías son el cauce más humano, apto y eficiente para el ejercicio inmediato de esa recristianización que tanto urge en el mundo de nuestros días.” Estas palabras resuenan hoy más que nunca, invitándonos a mirar hacia el pasado con gratitud y al futuro con esperanza.

Que aquella cuadrilla del Valle sirva siempre de ejemplo para las generaciones venideras, demostrando que, cuando la devoción y el esfuerzo se unen, no hay meta inalcanzable.

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