El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, estuvo presente el pasado viernes en el programa de Ana Rosa en Telecinco. En la entrevista mantenida, el presidente de Andalucía afirmó que “todo hace indicar que no habrá procesiones en Semana Santa”. El presidente, admitió que “las autoridades eclesiásticas que son las que tienen que tomar esa decisión en el ámbito religioso, coinciden con las autoridades sanitarias en que será muy complicado, a tan solo tres meses de la celebración, que se pueda organizar ya que este tipo de celebración concentra a grandes aglomeraciones de personas”.
Así de tajante se mostró Moreno Bonilla con lo que todo hace indicar que las salidas procesionales de las cofradías estarán ya destinadas para el año 2022. El presidente además también poner en valor las grandes celebraciones de la primera como las romerías o el gran número de ferias que se celebran por toda Andalucía que quedarán también suspendidas. Sevilla ya ha suspendido su Feria de Abril y aún se está a la espera de una suspensión global dentro de la Archidiócesis Hispalense de las procesiones en la Semana Mayor.
Cuaresma distinta
Todo parece haber tomado ya una dirección clara que nos llevará a otro año sin cofradías en Semana Santa. Sin embargo, hay que decir que el hecho de que las procesiones no puedan salir a las calles no impide que la vida llegue a las templos y a las casas de hermandades. La Cuaresma será distinta a la sufrida en este año aciago al cual muchos están deseando decirle adiós. Los cultos de las hermandades se podrán organizar y también habrá actos como los de veneración a las imágenes o el pregón de la Semana Santa que pronunciará Pablo Baena Rodríguez. La Semana Santa estará anunciada a través de un cartel que llevará la firma de Samuel Martínez ‘Pol’, el cual ya se está adelantando que podría gustar mucho a los cofrades.
Como recta final a toda esta pesadilla vivida en 2020, la vacunación que comenzará el partir del próximo día 27 del presente mes. No todo es negro y al fondo del túnel ya se puede ver cierta luz. Muy posiblemente el final de próximo año venga ya con las anheladas maniguetas asomando el dintel de un templo. Ahora toca hacer un último esfuerzo. Sería una fatalidad ser el destino de la última bala de la guerra.
