La Buena Muerte realiza una propuesta “alternativa” a las procesiones en Semana Santa

La Semana Santa de este año, con toda probabilidad, no contará con cofradías en la calle. La decisión, en el caso de la capital cordobesa, se hará oficial el próximo 13 de enero y puede que tenga una alternativa a las procesiones, que deberá dirimir la Agrupación de Hermandades y Cofradías.

La propuesta, como ha podido saber La Voz de Córdoba, la realizó la hermandad de la Buena Muerte, hace unas semanas. La misma es una “alternativa a las estaciones de penitencia tradicionales de las hermandades de Semana Santa, ante una situación de pandemia que fuerce su suspensión”. Y pretende que simbolice ante toda la sociedad que las “hermandades continúan siendo un movimiento de Iglesia, el mayor de nuestra diócesis, y que pese a las dificultades están cargadas de vida y de sentido cristiano y evangelizador”.

Es por ello que lo que se ha planteado por parte de la cofradía de la Madrugá cordobesa ha radicado en que “la única forma en que parece posible rescatar siquiera una parte del sentido de la estación de penitencia es mediante la realización, de forma coordinada, de actos de adoración en la Catedral por parte de un reducido cortejo sin las imágenes, que pueda simbolizar a la cofradía entera”. 

Para tal fin, la alternativa consiste en que las hermandades conformarían un pequeño cortejo compuesto por Cruz de Guía, cinco parejas de cirios, Libro de Reglas, otras cinco parejas de cirios y Estandarte. Opcionalmente podría cerrar el mismo una presidencia de tres personas. Todos sus miembros vestirán de paisano con la dignidad que el momento requiere, irán provistos de mascarillas y guardarán en todo momento la distancia de seguridad. 

En el día de salida que le corresponde, y por orden de antigüedad, cada cofradía formará el cortejo en el exterior de la Puerta del Perdón (o del arco de Bendiciones, si el Cabildo y la Agrupación lo consideran más apropiado) y partirá hasta el punto de la Catedral donde el Cabildo disponga un altar eucarístico (o la Santa Cruz, en el caso del Viernes Santo). Allí, arrodillados ante Jesús Sacramentado, se realizará una estación menor dirigida por un canónigo o el director espiritual de cada corporación, y se abandonará el recinto sagrado por otra puerta (Santa Catalina o Puerta de las Cofradías) para permitir el acceso de la siguiente hermandad. Entre cada cofradía se dejará un espacio suficiente, de manera que hasta que una no concluya su acto de adoración no acceda la siguiente al interior del recinto

lavozdecordoba

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