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Durante las últimas semanas, las informaciones sobre todo lo que rodea a la Virgen de la Cabeza, dolorosa de la hermandad de las Siete Palabras, se han multiplicado. Este hecho se debe a la propuesta para su cambio por otra imagen que un grupo de hermanos ha planteado a la corporación y que han elevado a cabildo general extraordinario. Este hecho ha provocado un nuevo revuelo en la hermandad que vuelve a poner la mirada en 2002, cuando en aquel momento la junta de gobierno planteó el cambio resultando negativo. Pero, ¿por qué ha estado siempre en duda esta dolorosa para muchos hermanos? ¿Qué hechos han llevado a plantear su sustitución hasta en dos ocasiones? ¿Cuál es el origen de la imagen?
Todo comenzó en 1901. Emilio Pizarro talló para la hermandad un paso alegórico del Sagrado Corazón, siendo esta la primera hermandad de Sevilla que rinde culto a esta advocación desde el siglo XVIII. De aquella escenografía, la hermandad aún conserva la imagen principal. A aquel misterio, que nunca llegó a bendecirse ni a usarse, le acompañaban dos ángeles. Uno de ellos se utilizó como Virgen María en el portal de Belén de la parroquia de San Vicente durante mediados del siglo XX. Aquella imagen pasó a ser poco después la Virgen de la Cabeza.
Llegó el año 1956. La hermandad de las Siete Palabras estaba inmersa en la preparación de la conmemoración de los 400 años. Por ello, la junta de gobierno de entonces creó una comisión para recuperar una de las advocaciones fundacionales: Nuestra Señora de la Cabeza, hermandad de gloria fundada en 1561 en el convento Casa Grande del Carmen de la calle Baños y una de las corporaciones fusionadas que han dado lugar a las Siete Palabras actual.
Para ello, no se encargó una obra nueva y sí se eligió a Manuel Escamilla para remodelar una de las tallas alegóricas de aquel conjunto de Pizarro: uno de los ángeles. El 30 de diciembre del mismo año fue bendecida por el cardenal José María Bueno Monreal. En 1978 sustituyó las manos. Desde ese momento hasta el día de hoy continúa recibiendo culto como titular de la hermandad de las Siete Palabras.
Dos cabildos para su sustitución
Pero no todo ha sido un camino de rosas en la devoción a esta imagen. Muchos hermanos han discutido la calidad artística de esta obra con la convocatoria de dos cabildos de hermanos hasta la fecha para la sustitución: uno fallido en 2002 y otro en 2021 pendiente de realizarse.
Hace diecinueve años, la junta de gobierno que presidía por entonces Julio Balcázar quiso cambiar a la imagen. Para ello, le propuso la idea a Juan Manuel Miñarro tras conocer la dolorosa que por entonces estaba expuesta desde 1990 en la parroquia de San Isidoro bajo la advocación del ‘Amor’. Una imagen que vuelve a proponerse para sustituir a la actual de la Cabeza diecinueve años después.
En aquel momento, había varias vertientes: otros hermanos propusieron hacer una talla de nueva factura. Al margen de la de Miñarro, llegó asociarse para este cambio la conocida dolorosa de Montes de Oca que conservaba Hernández León, otra de Navarro Arteaga que ahora recibe culto en la parroquia de la Corza o incluso otra de Álvarez Duarte que ahora está en Alcalá de Henares.
El 8 de noviembre fue la citación prevista en la sala capitular. Las más de 200 personas que acudieron provocaron que se trasladase a la casa hermandad de Vera Cruz que tenía más espacio. Muchos hermanos de las Siete Palabras lo recuerdan como el cabildo más tenso de su vida. Finalmente, la propuesta de la junta de gobierno salió negativa con 95 votos a favor del cambio, 141 en contra y uno nulo.
Poco después, en 2003, las grandes tensiones en la corporación provocaron que el Arzobispado nombrara una junta rectora que estuvo encabezada por Jesús Iglesias. En 2007, todo volvió a la normalidad electoral con la votación de Antonio Sánchez Padilla como hermano mayor.
Aquello, por su parte, provocó que la dolorosa de Miñarro fuera retirada del culto en San Isidoro y regresara al taller que preside desde entonces.
Un cabildo prorrogado
La situación vuelve a repetirse pero, esta vez, con una petición externa a la junta de gobierno. Un movimiento de hermanos ha reunido las firmas necesarias para convocar un cabildo general extraordinario que tenía la fecha fijada para el 17 de abril en la parroquia de San Vicente. La normativa actual de distanciamiento solo permite un aforo de 120 personas en San Vicente. Ante la afluencia que se prevé, el arzobispado ha dado luz verde al aplazamiento de este evento para buscar un lugar de mayores dimensiones.
Desde que se entregó el medio centenar de firmas en junio de 2020, la hermandad solo se ha pronunciado una vez a través de un comunicado en aquel momento, En el texto señalaba «en ningún momento se ha cuestionado, por parte la hermandad ni de la junta de gobierno la imagen actual que representa Nuestra Señora de la Cabeza, y que ninguna intervención ni participación ha tenido en la propuesta presentada». Junta que considera «inoportuna la propuesta presentada por la situación general que vive nuestra sociedad en estos momentos de enorme incertidumbre y la particular que vive nuestra hermandad inmersa en unos grandes proyectos que requieren la energía de todos sus hermanos».
Los cambios de palios
Pero no todo ha quedado ahí. El palio de las Siete Palabras, desde su incorporación en 1958 ha cambiado en su concepción hasta cuatro veces.
La Virgen de la Cabeza hizo por primera vez bajo palio su salida procesional en la jornada del Miércoles Santo con un palio de color rojo liso, tanto las bambalinas, como en el techo de palio.
Estaba previsto que se estrenará este paso en la Semana Santa del año 1958, pero debido a la lluvia este estreno tuvo lugar el Miércoles Santo del año 1959. Posteriormente llegó a procesional con el techo de palio de plata realizado por Villarreal a finales de los años 70. Después se realizaron las bambalinas en este mismo material, sustituyendo las bambalinas de terciopelo. Aquellas caídas fueron robadas en 2012 y nunca llegaron a encontrarse.
Después llegó el palio de Fernández y Enríquez. Estas bambalinas se estrenaron parcialmente en la Semana Santa de 1997, aunque no se concluyeron hasta el año 2002.
En 2014 se estrenó una importante reforma del palio que lo redujo de tamaño en su conjunto y que sirvió para el estreno del actual palio bordado por José Ramón Paleteiro bajo diseño e José Asián en 2008 que aún continúa ejecutándose.
Pero hasta el cortejo de la dolorosa ha sufrido cambios desde su incorporación en 1958. Primero, en las túnicas se sustituyó el escapulario por un fajín y en los 70 se añadió la capa y el antifaz carmesí. En 2008 se unifica con la del cortejo del Cristo de las Siete Palabras y del Señor de la Divina Misericordia.
Al margen de lo accesorio y centrando la decisión en la talla. El destino o no ha hecho que las Siete Palabras vuelva a estar en la palestra informativa por este debate interno que continúa sin resanarse desde hace décadas. Una decisión que tendrá que tomarse de manera definitiva cuando se conozca la fecha del cabildo.