La historia de las imágenes de Semana Santa que protegen a los granadinos

La Semana Santa de 2021 no tendrá procesiones en las calles andaluzas, pero la devoción a las imágenes sagradas entre un amplio sector de la población no desaparece. Así ha sido históricamente, y así sigue siendo. La prueba más palpable de ello nos la da la historia, comprobándose cómo a lo largo de los siglos cada vez que una amenaza a atemorizado a la población, la gente ha acudido a pedir protección a sus Cristos y sus Vírgenes. En casos de epidemias, desastres naturales como terremotos, o incluso acuciantes problemas económicos como la sequía para la gente del campo, siempre se ha recurrido a pedir la intercesión divina a través de las imágenes de mayor devoción de cada ciudad.

A la cabeza de todas ellas, como principal protectora de la ciudad está la Virgen de las Angustias, la Patrona de Granada, pero también otras imágenes como Nuestra Señora del Rosario Coronada, el Cristo de los Favores o el Cristo de la Salud de la iglesia de San Andrés han sido ‘salvavidas’ en la fe de los granadinos.

Sagrado Protector

Junto a ‘la que vive en la Carrera’, el Cristo de San Agustín es la imagen a la que más han recurrido los granadinos en los momentos difíciles. Desde el año 1681 es considerado Sagrado Protector de Granada. Es hacia 1520 cuando la comunidad de religiosos Agustinos Calzados encarga a Jacobo Florentino la hechura de esta imagen que pronto caló en el fervor popular y comenzó a ser eje de la devoción de los granadinos debido a los muchos favores que se le atribuían. Así en 1587 se le hicieron rogativas por verse Granada asolada por los efectos de una terrible sequía, rogativas que se vieron recompensadas con copiosas y abundantes lluvias.

En 1679, cuando se declara una gravísima epidemia de peste en parte del Levante y de Andalucía, los habitantes de la ciudad recurren a la intercesión del Santo Cristo, que sale en procesión de rogativas. A partir de esa fecha empezó a remitir ostensiblemente la epidemia, desapareciendo totalmente en breves días. El Ayuntamiento, en nombre de todos los habitantes de la ciudad, hizo Voto Solemne de tributar anualmente Acción de Gracias ante la Soberana Efigie del Santísimo Cristo de San Agustín, voto que se renueva cada año. En 1832, al estallar una epidemia de cólera, los granadinos volvieron a impetrar la intercesión de su Sagrado Protector. Así el 9 de agosto el prior de la comunidad ordenó que se celebraran tres días de rogativas. Como la epidemia no remitía del todo, y surgieron problemas para procesionar la imagen, es dos años después cuando, al fin, se consigue que salga por las calles de la ciudad, a raíz de lo cual los males que afligían Granada remitieron rápidamente.

Precisamente, en este año 2020 se conmemora el 500 aniversario de la imagen, uno de los crucificados más valiosos y antiguos de Andalucía, atribuido al italiano Jacobo Florentino. Se trata de una talla de sobrado mérito y extraordinario interés por su antigüedad, así como por la procedencia de su autor y las influencias que sobre el arte granadino pudo dejar. Además, la acendrada devoción que desde temprano esta ciudad le tributó a la imagen, realzan aún más sus ya de por sí extraordinarios valores. «Por ello, su custodia y veneración deben ser a un tiempo orgullo y responsabilidad de la que participamos todos los hermanos», señalan desde la cofradía del Lunes Santo que actualmente le da culto.

Otras imágenes

También n, el Cristo de la Salud, ha recibido la veneración del pueblo de Granada en momentos difíciles.

La Virgen del Rosario, copatrona de Granada, ha salido a la calle en más de una ocasión ante los momentos difíciles de la ciudad. Aunque la devoción a la patrona del Realejo es anterior, en el año 1670 ya encontramos acciones milagrosas en torno a la imagen. En esa fecha, aseguran las crónicas, la Virgen empezó a llorar, lo que se atribuyó a la llegada de epidemias, las plagas y la hambruna en los años siguientes. Por eso, ante una epidemia de peste en 1679, los granadinos hacen rogativas a la imagen ocurriendo el hecho singular de aparecer una estrella en la frente de la imagen. La Iglesia, estudiada la causa, terminó por reconocer y decretar la intercesión divina, consignando el milagro de la Virgen.

Al crucificado del templo de San Andrés, el Cristo de la Salud, también se ha acudido. Siempre los granadinos han considerado muy milagrosa a esta imagen, como se pone de manifiesto en las numerosas rogativas realizadas. Por ejemplo ante la peste bubónica de 1679 los enfermos afectados por enfermedad se congregaron en la explanada del Triunfo, donde fue llevada la imagen. Según la leyenda, una paloma sobrevoló la imagen del Cristo en todo su recorrido, posándose luego en su brazo derecho. Esto coincidió con la curación de muchos enfermos y la desaparición de la peste. Desde entonces la imagen luce sobre su brazo derecho una paloma de plata.

También al Cristo de los Favores, el crucificado de piedra del Campo del Príncipe, los granadinos han ocurrido en numerosas ocasiones, tanto en su actual emplazamiento como al antiguo en la Plaza del Realejo. Ocurrió, por ejemplo, ante la peste bubónica. Son ejemplos de devoción de los granadinos en los momentos difíciles.

Ideal

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