La hora de los cambios en Cádiz

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La historia de la Semana Santa demuestra que la celebración ha estado siempre en continuo movimiento. Lo que hoy parece perfectamente establecido y asentado no es fruto habitualmente si no de un cambio, y otro, y otro, que se ha producido décadas atrás. De hecho, si se compara la Semana Santa actual (la que quedó paralizada en 2019, último año que se pudo disfrutar) con la de los años 70 del siglo pasado, por ejemplo, sorprende las enormes diferencias en horarios, itinerarios o días de salida de las cofradías.

Esta reflexión debe servir de punto de partida para utilizar la crisis actual, la crisis motivada por la epidemia del coronavirus y que mantiene a las cofradías encerradas en sus iglesias sin poder pisar la calle (por decreto episcopal) como una oportunidad. Y es que podemos lamernos las heridas, recrearnos en el dolor estos años y cuando podamos volver a salir, que siga todo igual; o bien podemos aprovechar este obligado parón para repensar muchas cosas y afrontar cambios donde haya que hacerlo.

La Semana Santa que dejamos en 2019 había dado un notable salto de calidad, venía en una escalada ascendente continua. Y no en referencia a los cortejos, al patrimonio, a la música o al andar de los pasos; no va de eso la cosa. Un salto de calidad respecto a la manera de plantarse en la calle la Semana Santa en su conjunto; y en eso tiene especial relevancia dos aspectos: los horarios y los itinerarios. Qué se puede ver cada día de la Semana Santa y por dónde.

Es indudable que la carrera oficial ha ganado bastantes enteros con el cambio de Ancha por Nueva, aunque hayamos perdido posiblemente la mejor calle por la que pueda desfilar un cortejo procesional. Pero también parece evidente que el cambio no debe quedarse ahí, y debe seguir reformulándose ese itinerario común de las 28 cofradías que transitan de Domingo de Ramos a Sábado Santo. De hecho, el Consejo ya está en ello, según dijo el presidente en la Fundación Cajasol.

Pero el gran cambio que necesita la Semana Santa de Cádiz es la reconfiguración de los días de salida de sus hermandades, para una mejor distribución de los días. Cofradías saliendo el mismo día desde la misma iglesia una detrás de la otra, jornadas especialmente vacías, siendo además festivo, eternos problemas en el cruce o acoplamiento de hermandades… Esas incidencias que se repiten un año y otro es momento de solucionarlas, de corregirlas, de realizar un esfuerzo común que beneficie al conjunto de la Semana Santa. Sobre todo después de dos años (mínimo) sin salir a la calle.

¿Se imaginan, por ejemplo, a la cofradía de Piedad engrandeciendo el Viernes Santo? ¿O la cofradía de Oración en el Huerto saliendo en la Madrugada, a eso de la una de la mañana para regresar a San Severiano a plena luz del día y unirse así al Perdón? ¿Y el Nazareno retrasando también su salida para conformar esa nueva Madrugada, y a cambio La Cena, por ejemplo, pasara al Jueves Santo?

La Semana Santa de Cádiz tiene aún muchas posibilidades de mejora; e independientemente al enorme esfuerzo que cada año y durante todo el año realizan las cofradías por mantener su patrimonio, enriquecer sus cortejos y ampliar las filas nazarenas, hay cuestiones que hablan de la generalidad de las cofradías, de la Semana Santa en sí, en su totalidad. Y esta crisis del Covid puede ser el momento ideal para afrontarlo y hacer los cambios que se estimen necesarios.

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