La imagen de la Iglesia

De las pocas cosas (o ninguna) que han quedado patentes con esto de la pandemia ha sido el despropósito de un enorme cuerpo de administraciones paralelas y duplicadas, que han hecho de España un caos organizativo que nos ha sumido a todos en un constante mareo y, por ende, cabreo. Dieciocho formas distintas de afrontar el virus, dieciocho maneras diferentes de vacunarnos y dieciocho fórmulas distintas de encerrarnos en casa.

Y como la Iglesia al fin y al cabo es reflejo de la sociedad del momento (cosa que no debiera ser), también se ha convertido en un maremágnum de decisiones cambiantes dependiendo de la diócesis en la que se viva.

Los cofrades ya estamos más que acostumbrados. Ya no nos sorprende que una cosa sea litúrgica en la provincia vecina y no en la propia. En la pasada Cuaresma se volvieron a poner de relieve estas diferencias entre las decisiones de cada obispo: unas mitras permitían mover las imágenes y montar los pasos, mientras que otras no dejaban ni apretar un tornillo.

Terminado el estado de alarma y bajada la guardia por parte de la Junta (que incluso permite las romerías), ha comenzado el galimatías de decisiones contradictorias que hacen que los capillitas entonemos eso tan manido de “¿por qué allí sí y aquí no?”. En Toledo el Corpus se celebrará con el Santísimo por las calles. Getafe, sede comandada por un almeriense. don Ginés, permite las procesiones de esta fiesta en toda la diócesis. En Sevilla sigue vigente la prohibición de salir a la calle, mientras en Córdoba y Huelva los prelados ya abren las puertas a los pasos.

En Almería, como siempre, a verlas venir. La procesión del Corpus no será y los cofrades esperamos como agua de mayo el nuevo decreto del obispo (de alguno de los dos) que anule el anterior. O por lo menos que se pongan de acuerdo todas las sedes y mantengan un único criterio, sin mareos. Todos entendemos que haya diferencias entre obispos, incluso entre párrocos, pero no en lo esencial. Seamos una sola Iglesia, y sirvamos al Señor, a la Virgen y a los hermanos con esa esperanza tan nuestra.

LaVozdeAlmería

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