El viernes 16 de enero, se presentó con solemnidad telemática el cartel oficial de la Semana Santa 2021 de la capital almeriense, un cartel que pretende ser un pregón visual de una Almería desde el Misterio de la Fe, para bendecir al que viene en nombre del Señor, en rendir culto a Dios de las alturas y desear paz entre las personas de buena voluntad.
Fue presentado por el Presidente de la Agrupación de Cofradías Isaac Vílchez, el Alcalde Ramón Fernández, el Delegado Episcopal José María Sánchez y por el autor del mismo, el artista Antonio Díaz Arnido, quienes coincidieron desde un mismo espíritu cofrade, que la Semana Santa es la vida del espíritu en un encuentro multitudinario con la tradición del catolicismo popular.
Sí, nuestra Semana Santa es una sinfonía de amor y aromas, de gestos y miradas, de silencios y quietudes, y, actualmente, ante la falta de sonidos e interrupciones con ocasión de la pandemia sanitaria, precisa el alma del creyente una imagen que embriague los sentidos y que se sume al ánimo en un profundo sentimiento esperanzador, más allá de lo puramente físico o terrenal, y esa impresión produce el cartel de la Semana Santa, dulzura y delicadeza, un lienzo paciente de esa atmósfera esperanzadora y luminosa del Domingo de Ramos, de sus vísperas, un cielo abierto de par en par para recibir la Pasión, Muerte y Resurrección del Divino Redentor.
Respeto a la libertad creativa de Díaz Arnido, desde los sentires de la piedad popular, está realizado este cartel cofrade con la esencia de quienes serán en un futuro mediato los que continuarán la llama viva de los misterios pasionales de Cristo, el gran Misterio de la Salvación del género humano, la vigencia y necesidad de la secuencia de la Semana Santa en una sociedad que ha vuelto la espalda al verdadero Dios.
Un infante ataviado a la usanza de hebreo, acompañante del paso de Jesús en la Entrada Triunfal en Jerusalén, entre largos antifaces de nazarenos, impregnado toda la obra pictórica por el color indaliano del cielo azul reflejo de un cálido mar Mediterráneo, simbolizando a la juventud, a los herederos en nuestra Iglesia Católica en seguir siendo los discípulos seguidores y proclamadores de la palabra de Cristo, el Hijo de Dios.
Díaz Arnido ha sabido conjugar la verdad de nuestra religiosidad, porque también fue el mismo Cristo el que dijo: «Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos». Paz y Bien.