La Patrona de Guadalcanal preside una misa en su honor en el parque de El Palacio

La pandemia de coronavirus que desde marzo del pasado año condiciona nuestras vidas nos ha privado de muchas cosa. Entre ellas, muchas tradiciones. En Guadalcanal, tal día como hoy, en otras circunstancias habría disfrutado de algo que hace a esta localidad única. Y es que en la provincia de Sevilla, Guadalcanal es el único pueblo en el que se puede ver a su patrona pisando el real de la feria.

En cualquier otra circunstancia, la localidad más septentrional de la provincia celebraría su feria desde este pasado miércoles hasta el domingo. Un día antes de su finalización se produciría uno de esos eventos de los que los guadalcanalenses se sienten más orgullosos: ver a su Virgen visitando su feria. Sin embargo, este año tampoco hay feria y las autoridades sanitarias, civiles y religiosas desaconsejan la celebración de desfiles procesionales, por lo que, por segundo año consecutivo, esta singular estampa tampoco podrá verse en este 2021.

No obstante, lo que sí ha podido verse es otra estampa singular. Y es que, aunque la Virgen de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal no haya podido salir en procesión como cada sábado de feria, sí que ha salido de la Iglesia de Santa María de la Asunción para reencontrarse a cielo abierto con sus fieles. Ha sido, además, en uno de los lugares más emblemáticos de la localidad, el parque de El Palacio. A las traseras del edificio del ayuntamiento, este lugar, punto de encuentro de niños y grandes, y bajo la siempre agradecida sombra de los eternos plataneros se ha dispuesto un altar efímero para celebrar misa en honor a la madre de todos los guadalcanalenses.

Para garantizar la seguridad, la Hermandad de Ntra. Sra. de Guaditoca ha dispuesto de más de 400 sillas, guardando su distancia de seguridad pertinente. Estas han sido adjudicadas bajo invitación y petición previa, para así organizarse mejor y dar cabida a los hermanos, fieles y devotos en las mejores condiciones posibles.

Sobre las siete y media de la tarde se iniciaba esta misa, oficiada por el párroco de Santa María de la Asunción, D. Gonzalo Salvador Fernández Copete. Antes, sobre las seis empezaron a controlarse los accesos al parque para asegurar así la presencia de las personas con la preceptiva invitación y evitar aglomeraciones. Un control en el que se contó con la colaboración de los voluntarios de Protección Civil de Guadalcanal.

Ni que decir tiene que el desarrollo de la misa gozó del esplendor y la belleza que un acto de este calado alberga. La sola imagen del Virgen de Guaditoca en este emplazamiento único llenó de alegría a los presentes que, además, vieron cómo la misa se veía engalanada con la presencia de la Banda de Música Ntra. Sra. de Guaditoca de Guadalcanal, que ponía sus sones a un acto inédito, y del Coro Sacramental Cristo de las Aguas de la localidad . Un evento que viene a llenar el hueco de la procesión de la Virgen a la feria. Una procesión que este año tampoco pudo ser por culpa de la pandemia, pero que, por otra parte, gracias a ella regaló a Guadalcanal una estampa única. Un recuerdo de por vida. Un ejemplo de fe y devoción que se convierte una vez más en motivo de orgullo.

El hecho tan singular de que la Virgen de Guaditoca visite el recinto ferial tiene su origen en la primitiva Feria de Guaditoca. Era esta una celebración que tenia lugar en los aledaños de la Ermita de Guaditoca y que se desarrolló entre el siglo XVI y el año 1792 en que fue trasladada a la villa. Una feria que gozó de gran esplendor por el enclave privilegiado y el punto de encuentro que suponía y que tenía también gran importancia en la veneración de la Virgen, la cual era sacada en procesión la última tarde de esta feria. Las tradiciones perviven en el tiempo y las imágenes en las retinas. La feria de Guadalcanal volverá, y su Virgen, la Virgen de Guaditoca regresará al real conservando la tradición y contribuyendo al fervor religioso de su pueblo que año tras año la venera.

ElCorreoWeb

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