La hermandad del Císter de Córdoba ha anunciado que cederá su valioso manto procesional y la toca a la hermandad de la Entrega de Jerez de la Frontera para la magna procesión mariana que se celebrará el próximo 12 de octubre. En este evento extraordinario, que reunirá a 37 imágenes marianas, la Virgen Reina de los Ángeles de Jerez portará estas piezas emblemáticas.
El manto, bordado por Piedad Muñoz siguiendo un diseño de Fray Ricardo de Córdoba, fue estrenado en el Martes Santo de 1995 y ha sido destacado por su delicada confección y belleza. Además, la cofradía jerezana ha garantizado todas las medidas de seguridad necesarias para el traslado y conservación del manto y la toca, que serán transportados por una empresa especializada en obras de arte, con un seguro que cubre el viaje y la estancia en Jerez.
Supervisión y seguridad
Los priostes de la hermandad del Císter tendrán un papel crucial, ya que se encargarán de supervisar la correcta colocación del manto y de los delicados ángeles de plata y marfil que lo adornan. Estos ángeles fueron comenzados por Kiernan y concluidos por Dolores León Peñuelas tras su fallecimiento, lo que añade un toque histórico y artístico a la obra.
Por su parte, la hermandad de la Entrega se ha comprometido a solventar cualquier desperfecto que pueda ocurrir durante la procesión, así como a devolver las piezas en perfecto estado, garantizando el cuidado extremo que estas requieren.
Tradición de cesiones y colaboración
No es la primera vez que el manto del Císter viaja a Jerez, ya que anteriormente fue cedido para un besamanos de la Virgen de la O. Esta tradición de compartir el patrimonio con otras hermandades ha sido una constante en la cofradía del Císter, que ya ha prestado en ocasiones anteriores piezas como los varales del paso de palio a la Virgen de Gracia y Amparo o el senatus a la Merced.
La hermandad del Císter ha expresado su orgullo por esta cesión, destacando que «engrandece el significado espiritual de la advocación seráfica de Reina de los Ángeles» y refuerza los lazos entre las hermandades franciscanas. La hermandad jerezana, por su parte, ha mostrado su agradecimiento por la generosidad y disposición del Císter, haciendo de esta magna procesión un evento de gran significado espiritual y artístico.
Un legado de Fray Ricardo de Córdoba
Fray Ricardo de Córdoba, que diseñó el manto y fue una figura clave en la cofradía del Císter, también mantuvo vínculos estrechos con Jerez de la Frontera, donde residió en el convento capuchino. Su legado sigue presente en ambas ciudades, y este préstamo es un testimonio de su influencia en el ámbito cofrade andaluz.
