Este fin de semana, la ciudad de Sevilla vivirá una nueva muestra de su profundo fervor religioso con la celebración de 12 actos piadosos que tomarán las calles. Entre rosarios, salidas y misiones con imágenes, las hermandades de la ciudad siguen protagonizando un 2024 marcado por aniversarios y efemérides, lo que ha generado un aumento significativo en el número de eventos religiosos que transcurren por la vía pública.
Este auge de actividades cofrades se dirige hacia un momento culminante: la esperada Procesión Magna del próximo 8 de diciembre. Un evento histórico e inédito en la ciudad que se celebrará como clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, y que reunirá a las grandes devociones sevillanas como el Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana y el Cachorro. A estas imágenes se sumarán otras de gran devoción popular en la provincia, como la Virgen de Valme de Dos Hermanas, la Consolación de Utrera y la Setefilla de Lora del Río, así como la patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes.
Un año repleto de actividades extraordinarias en Sevilla
El calendario cofrade de 2024 ha registrado un incremento sin precedentes en el número de actos en la vía pública, con un medio centenar de procesiones y salidas programadas antes de que finalice el año. Este fenómeno ha trastocado la rutina habitual de los fines de semana en Sevilla, convirtiendo sus calles en un continuo escenario de manifestaciones religiosas.
Sin embargo, esta proliferación de eventos no solo ha sido recibida con entusiasmo por los fieles, sino que también ha generado preocupaciones en diversos sectores de la ciudad. Entre los más afectados se encuentran los hosteleros, quienes deben retirar sus veladores para permitir el paso de los cortejos, lo que representa una pérdida significativa en sus ingresos, ya que el 80% de sus ventas proviene de la atención en exteriores.
La preocupación del sector hostelero y comercial
El presidente de los hosteleros sevillanos, Alfonso Maceda, ha expresado su inquietud por la acumulación de estos eventos, especialmente los fines de semana, cuando la capacidad operativa de los bares y restaurantes se ve limitada. «Aunque tengamos más clientes, si no podemos atenderlos adecuadamente, no hay diferencia», comenta Maceda. Además, señala que eventos de gran magnitud como la Procesión Magna pueden provocar aglomeraciones que dificulten aún más el trabajo del sector.
El comercio en el centro de Sevilla también enfrenta desafíos. Los comerciantes temen que la afluencia masiva de público durante la Magna, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, afecte negativamente las ventas en una época crucial para las compras navideñas. Con las calles del centro bloqueadas durante el 7 y el 8 de diciembre, algunos negocios podrían optar por no abrir, lo que podría suponer pérdidas significativas.
Por su parte, el sector hotelero ha mostrado cautela respecto a las repercusiones de la Magna. Aunque el puente de la Inmaculada suele ser de alta ocupación, todavía es pronto para saber si la Procesión Magna atraerá más turistas o si disuadirá a los viajeros habituales debido a las posibles dificultades para moverse por la ciudad. A día de hoy, los hoteles no han registrado un incremento notable en las reservas, según Manuel Cornax, presidente de la asociación hotelera sevillana.
El reto logístico y de seguridad
El Ayuntamiento de Sevilla, liderado por el alcalde José Luis Sanz, se enfrenta al desafío de encontrar un equilibrio entre las celebraciones religiosas y la vida cotidiana de los sevillanos. Desde el consistorio han implementado diversas medidas para minimizar el impacto de estos eventos en la ciudad, como la eliminación temporal de las luces de Navidad en algunas calles, como O’Donnell, para facilitar el paso de las procesiones.
Sin embargo, la gestión de este elevado número de actos religiosos también ha revelado la necesidad de más recursos en materia de seguridad. El alcalde ha señalado que la ciudad necesita 500 policías locales más para poder dar un servicio óptimo durante estos eventos, lo que ha llevado a un incremento en las horas extra de los agentes de la Policía Local y otros servicios de seguridad como los bomberos y Protección Civil.
El equipo de gobierno está trabajando de la mano con las hermandades para planificar con la suficiente antelación y evitar que el Centro Histórico colapse durante estos eventos. La coordinación es clave para asegurar que tanto los fieles como los ciudadanos puedan disfrutar de los actos extraordinarios sin que la ciudad se vea afectada en exceso por las restricciones de movilidad y las aglomeraciones.
La Procesión Magna: un evento inédito
La Procesión Magna del 8 de diciembre promete ser un evento único en la historia reciente de Sevilla. Durante casi 40 horas seguidas, las imágenes más veneradas de la ciudad y de la provincia recorrerán sus calles, en lo que será el cénit de un año marcado por la devoción y el fervor religioso. No obstante, este evento plantea preguntas sobre cómo afectará a la dinámica urbana de la ciudad en un puente tan señalado, y si realmente generará un impacto positivo en sectores como el comercio y la hostelería.