En un movimiento inesperado, María José Aguilar ha decidido dejar su puesto en el Consejo local de la Unión de Hermandades tras la reciente celebración de la Magna Mariana, citando diferencias en la organización y planificación de la institución como los principales motivos de su salida. Esta renuncia, que ha generado un amplio interés en los círculos cofrades, fue comunicada por Aguilar a través de un mensaje en redes sociales, en el que desmintió las declaraciones ofrecidas previamente por el presidente del Consejo, José Manuel García Cordero.
Declaraciones del presidente del Consejo
García Cordero, en una entrevista para el medio cofrade ‘Cofrademanía’, había insinuado que Aguilar había decidido apartarse de su puesto en busca de una vida más tranquila, sugiriendo que no existían desacuerdos mayores en su relación con el Consejo. “No es una dimisión. Desde antes de la Magna ya había una consejera que no quería seguir, pero no porque no estuviera a gusto, sino todo lo contrario. Ella está muy a gusto en el Consejo, pero tiene otro tipo de vida, quiere estar más tranquila, y por la edad que tiene no quiere tener las tensiones del Consejo”, declaró el presidente, en un intento de suavizar la salida de Aguilar y poner el foco en aspectos personales más que institucionales.
La respuesta de María José Aguilar
Sin embargo, apenas unas horas después de estas declaraciones, María José Aguilar decidió aclarar los verdaderos motivos de su renuncia. A través de una publicación en sus redes sociales, Aguilar negó tajantemente que su decisión estuviera motivada por una búsqueda de tranquilidad personal o por la carga de trabajo que supone formar parte del Consejo. “Soy lo suficientemente responsable para no abandonar aquello en lo que me he comprometido y que he elegido por ‘tener una vida más tranquila’. Los motivos reales y que le he expresado por escrito [al presidente] son que considero que éste no es mi sitio, no ya por el trabajo y dedicación que requiere, que no me pesan, sino porque no responde a mi forma de entender la institución en su organización y planificación”, explicó Aguilar en su mensaje.
Sus palabras han dejado claro que su decisión es consecuencia de diferencias profundas en cuanto a la gestión interna del Consejo, lo que ha llevado a la consejera a considerar que no se ajusta a sus ideales y principios respecto al funcionamiento de la institución.
Agradecimientos a sus compañeros del Jueves Santo
En su mensaje, Aguilar también aprovechó para agradecer a todos aquellos con quienes ha compartido este periodo en el Consejo, en especial a los hermanos mayores de las cofradías del Jueves Santo, por la “cordialidad y amabilidad” que le mostraron a lo largo de su trabajo. Sus palabras reflejan un profundo respeto y gratitud hacia aquellos con los que colaboró, aunque subraya que su salida obedece a razones de índole organizativa y no a desavenencias personales.
Un golpe para el Consejo tras la Magna Mariana
La salida de María José Aguilar llega en un momento especialmente relevante para el Consejo local de la Unión de Hermandades, apenas unos días después de la celebración de la Magna Mariana, un evento que convocó a miles de personas y en el que el Consejo jugó un papel clave en su organización. Aunque García Cordero ha intentado minimizar el impacto de esta renuncia, el hecho de que una consejera decida abandonar su puesto por diferencias en la gestión interna genera preguntas sobre el rumbo y la estructura de la institución.
Este tipo de discrepancias, aunque no inusuales en las organizaciones cofrades, puede tener un impacto considerable en la cohesión y el trabajo del Consejo, especialmente en una ciudad como Jerez de la Frontera, donde las tradiciones y celebraciones religiosas tienen un peso cultural y social de gran magnitud.