Nuevo manto bordado ‘de besamanos’ de la Virgen de la Salud del Santo Ángel de Sevilla

Nuevo manto bordado ‘de besamanos’ de la Virgen de la Salud del Santo Ángel de Sevilla

La Virgen de la Salud de la Asociación de los Desamparados del Santo Ángel contará con un nuevo manto bordado, que será utilizado por de la imagen durante sus cultos.

Denominado ‘manto de besamanos’, ha sido propuesto por varias hermanas y devotas y cuenta con el beneplácito y el criterio artístico del prior y doctor en Historia del Arte, Juan Dobado. Tiene las medidas además para poder realizar su procesión, aunque todavía no lo haga.

El diseño es de Sergio Cornejo y se entrega en el pasado mes de enero al taller de Bordardos Salteras, cuyos trabajos comenzaron en febrero. El encaje de oro se encarga a Alfonso Aguilar, tomando como modelo uno antiguo de la colección del Museo.

El taller ha trabajado con total entrega para que pueda estrenarlo en su besamanos de este mes de diciembre, siendo presentado a finales de noviembre en la sala capitular del ayuntamiento de Sevilla.

El diseño del manto ‘de besamanos’

El diseño del manto para se inspira en el estilo imperio, que se inserta dentro del movimiento neoclásico, y en concreto del neoclasicismo tardío, de hecho, toma su nombre del periodo de gobierno de Napoleón en Francia, por coincidir con la cronología atribuida a la imagen. Un estilo que la asociación ha escogido por ser la época en que se hace la imagen, atribuida a Juan de Astorga.

En este sentido, se concibe como un manto de orla, bordado en todo su perímetro mediante dos cenefas, una primera más estrecha y otra interior más ancha. Mientras que la exterior, a modo de greca, repite un mismo motivo vegetal, la segunda se estructura mediante las características coronas de laurel, que se van repitiendo a lo largo de la orla albergando las iniciales de los titulares entrelazadas -‘D’ (Desamparados) y ‘S’ (Salud), y se combinan con una flor abierta de lis. No obstante lo anterior, el diseño del manto pretende ‘sevillanizar’ el estilo imperio, imprimiéndole una estética local, influenciada por los bordados en el convento del Santo Ángel, y concretamente en uno que poseía la propia talla, desgraciadamente perdido, del que se conserva escasa documentación fotográfica.

Dado que no se trata de un manto redondo o de capa, sino con cola, ésta se enriquece con un bordado que asciende por el eje central, compuesto igualmente por motivos propios del estilo imperio, como las guirnaldas de flores o la decoración mixtilínea, rematándose con la simbología de la Realeza de María. La misma decoración se desarrolla en las vistas del manto.

El resto de la superficie se diseña con una salpicado de piezas bordadas que combinan pequeñas coronas y ramilletes de laurel con flores abiertas, al modo de la flor de lis, que se distribuyen de manera radial, en sentido ascendente desde la orla del manto, coincidiendo con los mismos motivos representados en ésta. Así, las pequeñas coronas de laurel vuelven a albergar las iniciales de las Imágenes titulares, pero en esta ocasión de manera separada. Especial mención merece el eje central del manto, donde las coronas de laurel recogen los símbolos presentes en el escudo corporativo, como son la corona de espinas rodeando la enseña carmelitana, el corazón traspasado de María y una Estrella, con la que la orden del Carmelo representa a la Virgen.

El manto se proyecta para ser bordado en oro a realce y sedas, sobre terciopelo azul prusia, color igualmente vinculado al estilo imperio, inspirador de su diseño, con unas dimensiones de 5 metros de embocadura y 4,70 metros de largo.

El filo exterior del manto irá rematado mediante cordón de oro bordado in situ y encaje de oro confeccionado expresamente por Alfonso Aguilar Martín, reproduciendo uno de los modelos antiguos que se conservan en el museo del convento del Santo Ángel, el cual será hecho a medida, incluyendo las esquinas redondeadas del diseño.

Fuente InriInformacion

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