La ciudad de Sevilla se ha visto envuelta en una nueva polémica cofrade tras el regreso al culto de la imagen de la Esperanza Macarena, una de las devociones más emblemáticas de Andalucía. La Virgen de la Esperanza, titular de la Hermandad de la Macarena, volvió en la jornada de ayer a su basílica tras permanecer cinco días fuera del culto por labores de conservación y mantenimiento. Sin embargo, el resultado de la intervención ha generado una fuerte controversia entre los fieles y devotos.
¿Qué se ha hecho en la restauración?
El encargado de la intervención ha sido el reconocido profesor Juan Manuel Miñarro Arquillo y su equipo. Las labores realizadas han incluido:
- Sustitución de las articulaciones de los brazos
- Renovación del tejido que recubre el candelero de la imagen
- Reparación de la policromía en el rostro y las manos de la Virgen
- Sustitución de las pestañas por unas nuevas, visiblemente más grandes
Este último detalle ha sido el que más comentarios ha suscitado, ya que muchos fieles consideran que ha alterado de manera notable la expresión original de la imagen, llegando incluso a describirla como “irreconocible” o “demasiado cambiada”.
Reacciones y primeras consecuencias
Desde primeras horas del día, los comentarios en redes sociales y grupos cofrades no han cesado. Las críticas apuntan a que la restauración ha modificado en exceso los rasgos característicos de la Macarena, algo que no ha pasado desapercibido ni entre fieles ni en el entorno cofrade sevillano.
La polémica ha obligado a la Hermandad de la Macarena a cerrar una hora antes la Basílica para permitir al equipo de Arquillo realizar una rectificación inmediata en la intervención, según han confirmado fuentes internas de la corporación.
Una restauración bajo lupa
Este tipo de actuaciones sobre imágenes de tanta relevancia devocional siempre se realizan bajo estricta supervisión, pero en esta ocasión el resultado ha generado un nivel de controversia inusualmente elevado. Algunos expertos en arte sacro piden prudencia, recordando que muchas restauraciones provocan un fuerte impacto inicial que con el tiempo puede suavizarse visual y emocionalmente.
Por el momento, la Hermandad no ha emitido un comunicado oficial, aunque se espera que en las próximas horas pueda ofrecer detalles más claros sobre la intervención, su finalidad y las decisiones que se tomarán en adelante.
La Esperanza Macarena, símbolo de la Semana Santa sevillana y del fervor mariano en Andalucía, vuelve así al centro de la actualidad cofrade por motivos ajenos a sus tradicionales procesiones. Una situación que pone una vez más sobre la mesa el delicado equilibrio entre conservación artística y respeto a la imagen devocional.