Contexto Histórico y Devocional
La marcha procesional Reina del Carmelo fue compuesta en 1923 por Germán Álvarez Beigbeder, un destacado músico jerezano conocido por su prolífica producción en el ámbito cofrade. Este compositor, cuya vida y obra están profundamente arraigadas en la devoción mariana, dedicó la mayoría de sus composiciones a imágenes de su tierra natal, Jerez de la Frontera. Reina del Carmelo es una de las piezas que encapsula su fervor religioso, especialmente hacia la Virgen del Carmen, conocida también como la Estrella de los Mares.
Beigbeder, antes de su matrimonio, ingresó en la orden del Carmelo Calzado, lo que explica su devoción hacia la Virgen del Carmen y Santa Teresa de Jesús. Esta marcha se gestó en un período de gran efervescencia festiva en Jerez, ya que la ciudad se preparaba para la coronación canónica de la Virgen del Carmen, que tendría lugar en 1925. Esta composición es un tributo a esa devoción y a la atmósfera espiritual de la época.
Recuperación y Relevancia Actual
A pesar de su calidad musical, Reina del Carmelo cayó en el olvido durante décadas. Fue rescatada del ostracismo hace no más de una década y ha comenzado a ocupar el lugar que merece en los repertorios procesionales. Esta marcha se grabó por primera vez en 1982 por la Música de la Armada de Madrid, pero no fue hasta años recientes que se ha interpretado regularmente en su contexto original, especialmente cada 16 de julio, día de la Virgen del Carmen.
En 2019, la banda de la Cruz Roja de Sevilla incluyó esta pieza en su trabajo discográfico Memoria Eterna, dedicado a la figura de Beigbeder. Este disco ha contribuido significativamente a la difusión y reconocimiento de la marcha.
Características Musicales
Reina del Carmelo destaca por su línea melódica bien definida y los fuertes contrastes que la componen. Esta pieza es un ejemplo de la habilidad de Beigbeder para fusionar devoción y maestría musical, ofreciendo una marcha de profunda carga emocional y espiritual.
Conclusión
La marcha procesional Reina del Carmelo de Germán Álvarez Beigbeder es una joya musical que, tras décadas de olvido, ha sido redescubierta y reivindicada como una pieza indispensable en la Semana Santa andaluza. Su revalorización y continua interpretación actual reflejan el perdurable legado de Beigbeder y su contribución a la música procesional.