La Hermandad de la Sagrada Cena ha dado un paso significativo en la renovación de su patrimonio procesional con la culminación del techo de palio de la Virgen del Rosario, una obra que representa el inicio de un ambicioso proyecto de reforma que incluirá la orfebrería y, como gran aspiración de los hermanos, un manto procesional de gran belleza y significado.
El acto de presentación tuvo lugar al finalizar el último día del triduo en honor al Cristo del Amor, en un evento lleno de emoción y solemnidad. La Banda de Música AMUECI, que acompaña cada Domingo de Ramos a la Virgen del Rosario, puso la banda sonora a un momento histórico. En la ceremonia estuvieron presentes los principales artífices de esta transformación, el diseñador y hermano de la corporación Abraham Ceada y el taller de Bordados Salteras, encargados de dar nueva vida a los bordados existentes.
El nuevo techo de palio será estrenado en la próxima Semana Santa junto con el bordado interior de las bambalinas laterales, que fueron concluidas en septiembre del pasado año. Esta obra se suma a las bambalinas frontal y traseras estrenadas en el Domingo de Ramos de 2023 y a las laterales, que fueron presentadas en la procesión extraordinaria del mes de octubre de ese mismo año. Con este trabajo, la imagen del paso de la Virgen ha cambiado radicalmente en apenas tres años, mostrando un esplendor renovado y una estética más acorde con la identidad de la Hermandad.
En el proceso de restauración y embellecimiento, se ha conservado gran parte de los bordados originales, obra de los talleres valencianos Suay en los años 80, diseñados por el orfebre Juan Borrero. La restauración ha permitido realzar y enriquecer estos elementos, adaptándolos a la visión artística actual de la corporación. El cambio más significativo se encuentra en la gloria del techo de palio, donde ahora se ubica un óleo del artista lorquí Andrés Carrasco Pérez, que representa a la Virgen del Rosario intercediendo en la Batalla de Lepanto a favor de la Liga Santa.
Este proceso de renovación no solo revaloriza el patrimonio artístico de la Hermandad de la Sagrada Cena, sino que también refuerza el vínculo devocional de sus fieles con la Virgen del Rosario, consolidando su imagen procesional como una de las más destacadas de la Semana Santa. La combinación de tradición y evolución artística da como resultado un conjunto majestuoso que, sin duda, quedará en la memoria de los cofrades y devotos.
