Hoy, 2 de julio, marca el 375 aniversario del milagro atribuido al Santo Crucifijo de San Agustín, que salvó a la ciudad de Sevilla de una devastadora epidemia de peste en 1649. Esta epidemia causó la muerte de aproximadamente 60,000 personas, casi la mitad de la población de la ciudad en aquel entonces, incluyendo al renombrado escultor Juan Martínez de Montañés.
La Hermandad de San Roque, encargada de mantener viva esta devoción, celebra anualmente una función solemne de acción de gracias el 2 de julio, renovando el voto de gratitud por la intercesión milagrosa. Este año, sin embargo, la celebración tiene un significado especial, ya que se inicia el 375 aniversario de este histórico acontecimiento. Los actos conmemorativos concluirán el 2 de julio de 2025, tras un año lleno de eventos y cultos.
Entre los actos destacados, se incluyen dos salidas extraordinarias de la imagen del Santo Crucifijo de San Agustín, programadas para el 30 de octubre y el 21 de diciembre de 2024. Estas procesiones se enmarcan dentro de la participación en la muestra organizada por el segundo Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
La ceremonia de este año fue presidida por Marcelino Manzano, delegado diocesano de hermandades y cofradías, y contó con la presencia del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, junto con otros miembros de la corporación municipal. Un detalle notable del montaje realizado por los priostes fue la colocación del pendón de Sevilla junto al crucificado.
Historia del Milagro
El milagro ocurrió en 1649 cuando el Santo Crucifijo de San Agustín fue llevado en procesión hasta la Catedral de Sevilla, con la recepción del cabildo catedralicio. Al día siguiente, la imagen regresó al convento de San Agustín y, milagrosamente, la epidemia comenzó a remitir.
El actual Cristo de San Agustín es una réplica exacta de la talla original, obra de Agustín Sánchez Cid en 1944, ya que el original fue destruido en un incendio en 1936. La talla gótica, con pelo natural, faldellín y aureola, data del siglo XIV y es una de las advocaciones más antiguas. Desde 1990, es titular de la Hermandad de San Roque.
La conmemoración de este año promete ser un hito histórico para Sevilla, reforzando la fe y devoción de los sevillanos hacia el Santo Crucifijo de San Agustín, recordando su papel crucial en uno de los momentos más oscuros de la ciudad.