¿Un otoño extraordinario en Córdoba?

¿Un otoño extraordinario en Córdoba?

Pensar en la calidad puede ser más costoso, pero el riesgo de morir de éxito está latente

Durante las últimas semanas y días hemos asistido a un goteo constante de presentaciones de actos por distintos aniversarios de cofradías. De más o menos antigüedad, en casi todas ellas hay un denominador común, y ese no es otro que, en un momento de la celebración, hay fijada una salida procesional extraordinaria. 

El otoño de 2022 será especialmente intenso en ese apartado, con numerosas procesiones extraordinarias previstas en la provincia de Córdoba. De hecho, en el mes de octubre apenas quedan fines de semanas “libres” de un acontecimiento de este tipo. Así, tanto en la capital como en la provincia, será sencillo y estará a poca distancia disfrutar de un acto de esta índole.

Ya sean 25, 50,75, 100 o 400 años los que se conmemoren, la procesión saldrá a la calle, si el tiempo y la evolución de la pandemia lo permiten. Esto sin olvidar que, solo en la capital, en el otoño de de 2021 asistimos a tres salidas extraordinarias en apenas un mes. Y que ahora se prevé hasta una magna en apenas diez meses.

Llegados a este punto cabe preguntarse, si realmente estamos ante salidas extraordinarias o todo es tan común que sería conveniente buscar una nueva denominación. Como también sería bueno cuestionarse si se corren riesgos con tanta procesión en la calle más allá de la Semana Santa.

Y es que resulta significativo que, sin saber aun cómo se desarrollará la Semana Santa de 2022, se plateen salidas a varios meses después vista. En ese caso, será la evolución del virus y las decisiones de las autoridades las que marquen el paso. Si bien, el resto los dirá el tiempo y el cansancio -o no- del devoto y del cofrade, que verá cómo cada sábado o domingo hay algo.

La cuestión no es nueva, pues antes de la pandemia ya se alertaba de una proliferación, que se argumentaba con la cantidad de gente en las calles. Pero la cantidad no debe ser el único factor a tener en cuenta. Pensar en la calidad puede ser más costoso, pero el riesgo de morir de éxito está latente y, para cuando prolifere, puede ser que sea demasiado tarde y ya no tenga nada de extraordinario.

LaVozdeCordoba

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