Un testamento de 1520 es la referencia más antigua de la existencia de cofradías en Almería

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La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico continúa el programa el ‘Documento del mes’ en el Archivo Histórico Provincial con la exposición, en esta ocasión, de una escritura de 15 de enero de 1520 en la que Martín de Betrice dicta testamento y dispone, entre otras cosas, que le acompañen en su entierro los cofrades de San Sebastián y los de la Virgen del Mar.

San Sebastián era una ermita ubicada extramuros de la ciudad, en un espacio colindante a la puerta de Pechina/Purchena y del que salían los caminos que tenían dirección hacia Murcia y Granada. La Virgen del Mar es una imagen tallada en madera que encontró Andrés de Jaén en la playa de Torregarcía el 21 de diciembre de 1502 y depositada al día siguiente en el convento de Santo Domingo, imagen a la que se le tiene gran devoción desde su aparición y que desde 1805 es patrona de la Ciudad.

Según la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, “puede ser la referencia más antigua de la existencia de cofradías en una Almería que había sido conquistada por los Reyes Católicos pocos años antes, en 1489”.

Durante la presentación de este documento y sus principales características, han acompañado a la delegada la directora del Archivo Provincial, María Luisa Andrés y el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería, Isaac Vilches.

“En Almería, la documentación que fueron generando las distintas cofradías y hermandades a lo largo de siglos se considera prácticamente desaparecida” y en numerosas ocasiones se ha dicho que la Guerra Civil provocó la destrucción del rico patrimonio documental que generaron y por ello es muy difícil reconstruir su pasado“, ha indicado la delegada.

Ante esta falta de fuentes directas, cobran una mayor relevancia otras fuentes indirectas como son los protocolos notariales conservados en el Archivo Histórico Provincial.

Ha explicado la directora del Archivo que al escribano o notario “se iba y se sigue yendo a dejar constancia escrita y válida de distintos actos privados: compras, ventas, donaciones, testamentos o poderes, entre otros y en estas escrituras se puede hallar muy variada información de carácter histórico, artístico, social, económico y entre ella, los rastros de cofradías y hermandades”.

En muchos de los testamentos que se hicieron en el Antiguo Régimen era muy normal que el que testaba dejara parte de sus bienes para la salvación de su alma. El testador especificaba cuántas misas se tenían que rezar por su salvación, en qué iglesia quería ser enterrado, qué cofrades tenían que acompañarle en el entierro, qué limosnas a los pobres se debían de dar de su caudal y otros deseos. “De esta manera -señala María Luisa Andrés –  al estudiar estos testamentos, podemos encontrar referencia a las distintas cofradías que han existido en Almería en diferentes siglos”.

Semana Santa

Eloísa Cabrera ha señalado que el Archivo ha elegido este documento “ya que marzo es época tradicional en la que las cofradías y hermandades se preparan para los actos relacionados con la Semana Santa”.

El documento del mes, que el Archivo ha denominado ‘Hermandades y cofradías tras la conquista cristiana’, pertenece a la descripción con resúmenes que hizo la doctora María Isabel Jiménez Jurado de las distintas escrituras del protocolo P-2, de 1520 del escribano Alonso de Palenzuela y que fueron publicadas por el Instituto de Estudios Almerienses en 2005. En ese trabajo vemos la referencia a una escritura de 15 de enero de 1520 en la que Martín de Betrice dicta testamento y dispone, entre otras cosas, que le acompañen en su entierro los cofrades de San Sebastián y los de la Virgen del Mar.

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