Un Vía Crucis diferente

Al Consejo prácticamente le habían metido en un callejón. No tenían más opción que la de designar al Cristo de la Corona para el Vía Crucis del año que viene ante la presión que estaba recibiendo y no solo de la hermandad. El mundo de las vísperas es muy reivindicativo y al final se trataba de una imagen que por residir en la Catedral no necesitaba traslado. Meterse en la opción del Cristo de la Clemencia de Montañés era un berenjenal ya que la imagen como parte de la colección fundacional del Bellas Artes es propiedad del Estado y para moverla haría falta hasta una orden ministerial.

Primer lunes de Cuaresma. Teóricamente el acto se debe desarrollar igual que todos los que lo han precedido, con sus cruces de guía y la lectura de las estaciones. Se cree que para entonces – 22 de febrero- los aforos seguirán limitados, pero se desconocen cuáles podrían ser las restricciones sanitarias en vigor. Esas serían las que en cualquier caso modulasen el formato del ceremonial catedralicio.

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