Urna del Santo Sepulcro de Granada

Urna del Santo Sepulcro de Granada

La concepción de representar el cuerpo yacente de Cristo en las hermandades del Santo Sepulcro va intrínsecamente ligada a la realización desde el barroco de urnas que cobijen la talla del Señor. Estas se conciben como un continente decorado con una serie de elementos arquitectónicos y ornamentales que aporten grandiosidad a la representación, debido a la importancia de la imagen que albergan. En el último tercio del siglo XVII se puso de moda la urna de carey y plata en España, siendo una de ellas la de Granada.

Tras la fundación de la hermandad en 1615-1616, la original cofradía del Santo Sepulcro se establece (según Henríquez de Jorquera) en la iglesia parroquial de Santiago; sin embargo, sería trasladada a San Gil en la década de 1640. Esta hermandad nace con el fin de representar en las calles de Granada la procesión del Entierro de Cristo, que las autoridades civiles y militares acompañarían en señal de duelo. Puede leerse de Henríquez de Jorquera que el cortejo quedaba organizado “sin ninguna gente de açote, sino en forma de entierro con frailes de todas las órdenes y clerecía”.

En este contexto se procede al encargo de la urna, siendo hermano mayor, don Francisco Rodríguez de Hinojosa; así como mayordomo don José Márquez. El ensamblador Manuel Valdés es el encargado de realizar una urna compuesta por materiales como carey, ébano, bronce y plata. Tras su ejecución, el propio artista la reformaría en 1691, quedando inscrito en la propia urna: «hicieron este sepulcro los hermanos de Nuestra Señora de las Tres Necesidades en el año de 1675 y este remate y su reedificación la hicieron don Francisco Rodríguez de Hinojosa siendo hermano mayor y don Joseph Márquez mayordomo. Año de 1691 Manuel Valdés faciebat» (lo hizo).

La urna está ejecutada en madera revestida por planchas de carey y en forma de paralelepípedo; se compone de una base de planta rectangular con seis patas que la elevan ligeramente y sobre la que reposa la urna en sí misma, compuesta por pequeñas columnas que sostienen la cubrición. A su vez, estas columnas sirven para soportar los vidrios que protegen la talla del Señor. Cada uno de sus laterales longitudinales se divide en cinco ventanales, con pilastras toscanas cuyos basamentos y capiteles están ejecutados en bronce dorado. Igualmente, en cada una de las esquinas existe un ángel que porta un símbolo de la Pasión. Se cubre con una cubierta o tapa en forma de prisma con base rectangular cerrada a cuatro aguas. Así mismo, se finaliza la obra con diferentes apliques y detalles de pequeño tamaño ejecutados en plata junto con diez asas para transportarla.

En 1928 el escultor José Navas Parejo llevó a cabo la ejecución de un canasto que sirviese como base para alzar, de cara a las salidas procesionales por las calles de Granada, esta magistral obra de Manuel Valdés. Se llevaría a cabo en caoba y plata quedando exenta de la urna y respetando de esta forma con un aspecto contemporáneo la obra original.

La urna del Santo Sepulcro de Granada es una pieza singular en belleza y calidad, además de por su propia historia y antigüedad. Diferentes expertos en historia y artes califican este conjunto como uno de las grandes exponentes de urnas andaluzas de carey y plata del siglo XVII.

Ficha técnica

Nombre de la pieza

Urna.

Nombre genérico

Elemento ornamental funerario, orfebrería religiosa, carey, madera, plata.

Escuela

Escuela andaluza. Ebanista granadino.

Materiales

Plata, bronce, metal, nácar, madera, policromía.

Técnicas

Orfebrería repujada y cincelada, revestimiento, talla, policromía.

Medidas

Urna completa:
Longitud = 198 cm; Anchura = 85cm; Altura sin crestería = 105cm.Dimensiones de la crestería sin esculturas de bulto redondo:
Longitud = 86cm; Altura = 35cm.

Iconografía

Mascarones, Piedad, símbolos de la pasión.

Datación

Siglo XVII

Autoría

Manuel Valdés

Contexto cultural / estilo

Barroco

Lugar de producción

Granada, Andalucía, España

Descripción

Urna con planta rectangular, base sobre seis soportes metálicos con forma de hojarasca, vanos vidriados, cinco en los lados longitudinales, así como dos la delantera y trasera. Estos quedan delimitados por columnas toscanas con basa, capitel de bronce y sencillos pináculos en madera, así como cubierta a cuatro aguas de vidrio con subestructura de madera. Queda revestida por carey y decorada con apliques de plata y diez asas que facilitan su manipulación. En las esquinas se localizan cuatro ángeles portando símbolos de la pasión en madera policromada.Se remata por crestería de plata cincelada y repujada en estilo rocalla, sobre la que se ubican tres ángeles de madera policromada en bulto redondo, de reducidas dimensiones, sin atributos así como de muy buena factura. En el centro de la misma se localiza una pintura enmarcada en un cuadrado, que representa a María con Cristo en su regazo junto a dos personajes sin atributos y la cruz al fondo con las dos escaleras. En la cara opuesta, la pintura representa la corona de espinas y los tres clavos, símbolos de la pasión y muerte de Jesucristo. Presenta un estado de conservación que requiere de una intervención por el estado de sus materiales y las faltas de materia en algunos puntos de la misma.

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