El pasado 12 de marzo de 2025 se conmemoran 75 años desde la bendición de la Virgen del Buen Fin, la Dolorosa titular de la Cofradía de Sentencia de Cádiz. Un hito que marcó la historia de esta hermandad gaditana y que, tres cuartos de siglo después, será recordado con una serie de actos y cultos especiales en honor a esta “muy bella” imagen que ha conquistado el corazón de generaciones de devotos.
Un Día Inolvidable: La Bendición de 1950
El 12 de marzo de 1950, un domingo memorable para la Cofradía de Sentencia, la Virgen del Buen Fin, obra del escultor Miguel Láinez Capote, fue bendecida y puesta al culto en la iglesia de la Merced. Según las crónicas de la época publicadas por el Diario de Cádiz, la jornada estuvo cargada de fervor: a las 11:30 de la mañana se celebró la ceremonia de bendición, seguida de la función principal de la hermandad, con predicación del franciscano Ciriaco Baradica. Ese mismo día hubo exposición del Santísimo con turno de vela por parte de los hermanos y, por la tarde, a las ocho, dio inicio un triduo, una estructura litúrgica poco común hoy en día, pero que recuerda a tradiciones como las de la Hermandad de la Pastora de Trille.
Apenas tres semanas después, el 4 de abril de 1950, Martes Santo, la Virgen del Buen Fin realizó su primera salida procesional por las calles de Cádiz. El itinerario, que arrancó a las 20:30 desde la Merced, incluyó calles emblemáticas como Botica, Santo Domingo, San Juan de Dios, Columela y San Antonio, aunque tuvo que ser ajustado durante el recorrido debido a la dificultad de maniobra de los pasos en ciertas zonas estrechas. El Diario de Cádiz destacó que la cofradía se recogió cerca de las tres de la madrugada, tras una noche marcada por el fervor y la devoción.
Crónicas de una Virgen “Radiante de Hermosura”
Las reseñas periodísticas de aquel Martes Santo de 1950 no escatimaron en elogios hacia la Virgen del Buen Fin, descrita como “radiante de hermosura” en su paso, que lucía un alumbrado y exorno magníficos, además de tibores y ánforas de plata repujada. El paso del Señor, por su parte, también recibió alabanzas por las reformas introducidas, que resaltaban la belleza del Cristo con luz indirecta y grandes hachones en los ángulos. Estas descripciones reflejan el impacto que la nueva Dolorosa tuvo en los gaditanos y el creciente número de devotos que comenzaban a seguir a la cofradía.

