El reconocido escultor e imaginero sevillano Ángel Luis Tejera ha concluido recientemente una nueva obra que ya despierta gran interés en el mundo cofrade y artístico. Se trata de un Cristo crucificado en madera de cedro, de 184 centímetros de altura, policromado al óleo y trabajado con las técnicas tradicionales de la Escuela Barroca Sevillana del siglo XVII. La cruz que sostiene la imagen alcanza unas dimensiones de 210 x 420 centímetros, proporciones cercanas a las que reflejan los estudios forenses más recientes sobre la crucifixión de Jesús.
El destino de esta talla es una capilla privada en Ronda (Málaga), donde se incorporará como una pieza central de devoción y recogimiento.

Una obra de gran fuerza expresiva
La composición del Crucificado encuentra inspiración en los grandes referentes de la imaginería sevillana, como Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa, aunque con rasgos diferenciados. Tejera imprime mayor dinamismo al escorzo del madero y dota al sudario de un movimiento más acentuado que los modelos clásicos.
El tratamiento de la policromía también potencia la intensidad de la obra, con carnaciones oscuras, regueros de sangre y gotas que refuerzan el dramatismo de la escena. Todo ello se complementa con un rostro profundamente expresivo, en el que se refleja con realismo el dolor del suplicio en la cruz.

Un estilo marcado por la tradición
Con esta nueva creación, Ángel Luis Tejera consolida su línea artística basada en la fidelidad a los cánones barrocos, al tiempo que aporta una lectura personal cargada de dramatismo y fuerza espiritual. El Crucificado de Ronda se suma a una trayectoria en la que el imaginero sevillano sigue ganando reconocimiento en el panorama de la escultura sacra contemporánea.


