Barcelona vivirá el próximo 29 de noviembre una de las citas religiosas más destacadas del año en la Archidiócesis: la Procesión Jubilar de las Esperanzas, un encuentro que reunirá a cientos de fieles y que pondrá el broche final al Jubileo de la Esperanza. La jornada, centrada en la oración y el testimonio público de la fe, llenará de vida y devoción algunas de las calles más emblemáticas del centro de la ciudad.
Cuatro hermandades, un mismo camino de fe
La procesión contará con la participación de las imágenes marianas de cuatro cofradías:
- Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena de Barcelona.
- Santísimo Cristo Redentor y Nuestra Señora de la Soledad, de Badalona.
- Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Esperanza, de Mataró.
- Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Esperanza Macarena, de Cornellá.
Los pasos partirán desde la parroquia de San Agustín a las 17:30 horas, dirigiéndose hacia la basílica de la Merced. Allí, la imagen de la patrona de Barcelona saldrá al encuentro del cortejo para recibirlo y unirse a los actos previstos.
Obtención del jubileo y oración en la Merced
Una vez lleguen a la basílica, los participantes podrán recibir el jubileo, una gracia espiritual concedida en el marco del año jubilar. La ceremonia estará presidida por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, quien dirigirá una oración en honor de las cofradías y de los fieles presentes.
Tras este acto, las hermandades emprenderán el camino de regreso hacia San Agustín.
Actos previos: misa y pregón
En la víspera, el 28 de noviembre, la parroquia de San Agustín acogerá una misa de acción de gracias, seguida del pregón oficial a las 20:00 horas, que ofrecerá el periodista sevillano Antonio Silva. El evento servirá como preludio espiritual a la gran procesión del día siguiente.
Una Iglesia que sale al encuentro en las calles
Según explicó Manuel Zamora, director del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías, la iniciativa busca mostrar una fe viva, cercana y presente en la vida pública:
«Las cofradías son un ejemplo claro de Iglesia en salida. Siempre estamos en la calle».
Zamora destacó que la procesión será un acontecimiento visible y multitudinario en el centro de Barcelona, una ciudad donde, a pesar de su creciente secularización, pervive una profunda tradición cofrade.
El responsable diocesano subrayó además la importancia de anunciar la fe sin complejos:
«Es importante mostrar nuestra alegría cristiana abiertamente. Cada procesión es una buena noticia».
Difusión del jubileo y participación abierta
Durante la jornada, las hermandades entregarán folletos multilingües explicando qué es un jubileo, con el propósito de acercar esta gracia a locales y visitantes. Zamora, en tono distendido, animó a participar a todo el mundo, incluso a quienes no se consideran creyentes:
«Queremos que nadie se quede sin vivir su jubileo».
Barcelona se suma a una celebración nacional
Con esta procesión, Barcelona se une a otras diócesis españolas —como Sevilla, Málaga o Valladolid— que han culminado el Jubileo de la Esperanza con actos públicos de fe. Una muestra de unidad y devoción que refuerza el significado espiritual de este año jubilar.


