El escultor Borja Peña ha finalizado una nueva obra de imaginería sacra: una Dolorosa de tamaño natural realizada en madera policromada y concebida para vestir, destinada a un oratorio privado.
Una Dolorosa inspirada en el Barroco sevillano
La talla sigue las características de las grandes obras del Barroco sevillano, con una marcada expresividad y un profundo simbolismo devocional. Los ojos y lágrimas de cristal aportan realismo, mientras que la inclinación de la cabeza hacia la derecha y la mirada baja intensifican la sensación de dolor y recogimiento.
Detalles artísticos de la nueva obra
El rostro, de delicado naturalismo, presenta los labios entreabiertos y unas carnaciones encendidas por el llanto, rasgos que evocan las creaciones de los imagineros clásicos. Las finas pestañas postizas y los párpados almendrados refuerzan la belleza de la imagen, logrando una expresividad única que conecta directamente con la devoción popular.
Una pieza destinada al culto privado
La nueva Dolorosa de Borja Peña está destinada a un oratorio privado, lo que resalta su carácter íntimo y devocional. Su ejecución confirma la trayectoria ascendente del imaginero, que continúa consolidándose como referente en la creación de imágenes marianas para la religiosidad contemporánea.


