En el marco del 275 aniversario que la Hermandad de las Aguas celebra en 2025, se ha desvelado un cartel conmemorativo que no solo homenajea su rica historia sino que también captura la esencia de su legado. Esta obra de arte, realizada por N.H.D. Ricardo Gil Lozano, utiliza una técnica mixta sobre tabla que combina acrílico, spray y óleo para ofrecer un viaje visual a través de los siglos.
El cartel se presenta como un tapiz histórico, donde la sangre y el agua brotan de la llaga del costado de Cristo, elementos simbólicos que fluyen hasta recogerse en el cáliz sostenido por un ángel. Este detalle no es solo una muestra de destreza técnica sino un profundo simbolismo que une la devoción con la narrativa visual.
La composición incluye varias fotografías antiguas que se integran en la pintura, destacando especialmente el recorrido de la Cofradía sobre el emblemático puente de Isabel II, o puente de Triana, con la Parroquia de San Jacinto al fondo, lugar que fue escenario del trágico incendio del 29 de octubre de 1942.
Se rinde tributo a las diferentes iglesias que han albergado a la Hermandad hasta su actual ubicación en la capilla de Nuestra Señora del Rosario en el barrio del Arenal. El cartel también hace un reconocimiento a todos los Titulares que han marcado la vida de la Hermandad, con una mención especial a la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe al llegar a San Bartolomé, una fotografía que ha pasado a la posteridad.
Los colores morado y blanco, propios de la corporación, tiñen el cartel, creando una atmósfera de solemnidad y tradición. La tipografía no es menos significativa; las letras A y U se diseñaron para evocar el movimiento del agua, mientras que la forma de un cáliz se sugiere en su trazo, añadiendo un nivel más de interpretación a la obra.
Este cartel no solo celebra un aniversario sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de la memoria y la continuidad en la vida de una hermandad que ha sido parte fundamental de la cultura y la fe sevillana. Es una obra que, con cada pincelada, cuenta una historia de devoción, resistencia y comunidad.


