Córdoba se prepara para vivir el 11 de octubre de 2025 un acontecimiento irrepetible: el Vía Crucis Magno, que reunirá a las principales hermandades de la capital y la provincia. Esta cita extraordinaria no solo será un ejercicio público de fe y patrimonio, sino también la actualización de una tradición que hunde sus raíces en la historia espiritual de la ciudad, ligada a la figura del beato Álvaro de Córdoba y al convento de Scala Coeli, considerado el origen del primer Vía Crucis estable de Occidente.
El beato Álvaro y el nacimiento del Vía Crucis en Córdoba
Nacido en 1361, el beato Álvaro dedicó su vida a la predicación, la confesión y la reforma religiosa. En 1423 fundó el convento de Scala Coeli, en la sierra cordobesa, bajo el espíritu dominico de la penitencia y el recogimiento. Inspirado en los pasos de la Pasión que había conocido en Tierra Santa, trasladó a Córdoba la práctica de recorrer oratorios y cruces que representaban las estaciones de Cristo camino del Calvario.
De este modo, Córdoba se convirtió en pionera al albergar el primer Vía Crucis de Europa, una práctica que pronto se extendió por todo el continente gracias a la labor del beato y al impulso de la Orden de Predicadores.
Evolución de una devoción universal
En sus orígenes, el Vía Crucis cordobés se realizaba en torno a pequeños oratorios, cada uno dedicado a un misterio de la Pasión. Con el tiempo, estas capillas dieron paso a cruces de piedra o madera que marcaban las estaciones, hasta que en 1731 el papa Clemente XII fijó definitivamente en 14 estaciones el formato que conocemos hoy.
El convento de Scala Coeli alcanzó gran esplendor en el siglo XVI, especialmente con la presencia de fray Luis de Granada, cuya predicación fortaleció la devoción al Crucificado. De aquella época también surgió la primera hermandad vinculada al santuario, dedicada al Santísimo Cristo, al beato Álvaro y al Cristo del Milagro, con la misión de sostener el culto y mantener viva la tradición.
Scala Coeli, cuna de romerías y devoción popular
Durante siglos, el santuario fue centro de peregrinaciones multitudinarias cada primavera. Crónicas del XIX, como las de Teodomiro Ramírez de Arellano, o las evocaciones poéticas de Ricardo Molina en el siglo XX, recuerdan cómo miles de cordobeses acudían en romería a Scala Coeli, combinando fervor religioso, penitencia y cultura popular.
La memoria del beato Álvaro, beatificado en 1714 y considerado patrón de las cofradías cordobesas, consolidó aún más la relación entre la ciudad y esta devoción, que ha marcado la identidad espiritual de Córdoba durante más de seis siglos.
El Vía Crucis Magno de 2025: tradición y patrimonio
Hoy, Córdoba retoma esta herencia con el Vía Crucis Magno del 11 de octubre de 2025, que reunirá a las grandes imágenes de la Pasión cordobesa en el corazón de la ciudad. No será solo un evento cofrade: se trata de un acontecimiento cultural, patrimonial y turístico de primer nivel, que situará a Córdoba como referente en Andalucía y en Europa.
La semilla plantada por el beato Álvaro en 1423 florece de nuevo seis siglos después en un acontecimiento que une historia, arte y fe, reafirmando a Córdoba como cuna del Vía Crucis en Occidente y proyectando al mundo la riqueza de su Semana Santa.


