El mundo cofrade se encuentra en alerta tras conocerse la desaparición del histórico manto blanco perteneciente a la Divina Pastora de Capuchinos, una pieza de incalculable valor artístico y devocional cuyo paradero se desconoce desde el año 2021. Las redes sociales han hecho eco del misterio, y el asunto ha reavivado la inquietud entre fieles y estudiosos del patrimonio sacro andaluz.
Una pieza única del siglo XIX: oro sobre tisú de plata
El manto, una obra bordada en oro sobre tisú de plata, fue confeccionado entre finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de una donación de las Hijas de la Caridad en 1985, cuando aún dirigían el actual Hogar Virgen de los Reyes. Esta prenda litúrgica formó parte del ajuar de la imagen titular hasta el año 2005, siendo considerada una de las más singulares del patrimonio mariano sevillano.
Prestado y utilizado por otras Pastoras andaluzas
Tras su retirada del uso habitual en Sevilla, el manto fue trasladado al convento de Capuchinos de Jerez de la Frontera, donde fue empleado por la imagen homónima en diversas salidas procesionales. Posteriormente, en 2016, también lo lució la Divina Pastora de la calle Sagasta de Cádiz, ampliando así su recorrido dentro del culto pastoral andaluz.
Desaparición en 2021: la última pista lleva a Jerez
La última vez que se tuvo constancia visual del manto fue en 2021, en las dependencias de la Hermandad de la Sagrada Mortaja de Jerez, donde llegó a estar colgado en un tablón. Pocos días después, la pieza desapareció sin dejar rastro. A día de hoy se desconoce su ubicación, su estado de conservación y quién podría tenerla. Desde la cofradía jerezana no se ha emitido ninguna declaración pública al respecto.
Registrado como Bien de Interés Cultural en Andalucía
Lo más preocupante de este caso es que el manto blanco de la Pastora de Capuchinos está catalogado oficialmente. Figura en la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía y goza de la protección de la Junta como Bien de Interés Cultural (BIC). Su desaparición, por tanto, constituye un hecho de especial gravedad patrimonial y legal, que podría requerir acciones institucionales para su localización.

