La Hermandad de la Macarena ha presentado una de las intervenciones artísticas más significativas de las últimas décadas: la renovación del antecamarín que conduce al camarín de la Santísima Virgen de la Esperanza. Tras tres años de minucioso trabajo pictórico, este espacio se ha transformado en una auténtica “catequesis visual”, gracias a las imponentes pinturas del maestro Manuel Peña Suárez.
El resultado es un entorno cargado de simbolismo y arte sacro, concebido para preparar espiritualmente a los devotos para su encuentro con la Virgen. Según el Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, “es la antesala de la gloria macarena”, diseñada para predisponer “los ojos de la cara a la belleza estética y los ojos del alma a la hermosura de encontrarnos con la esperanza”.
Una Obra Maestra del Temple al Huevo
El elemento que más destaca de esta renovación es la utilización del temple al huevo, una técnica pictórica que alcanzó su esplendor en el Renacimiento italiano. Esta técnica, que combina pigmentos naturales con huevo, exige una destreza excepcional debido a su rápida capacidad de secado. El resultado es una superficie aterciopelada y de gran durabilidad, que otorga una profundidad cromática única.
Manuel Peña dedicó un año al estudio iconográfico y dos años a la ejecución de la obra, que incluye paredes y bóveda. Su estilo, influenciado por el Renacimiento temprano, combina figuras alegóricas como la Virtud Teologal de la Esperanza y la Cardinal de la Justicia con elementos decorativos que evocan la espiritualidad mariana.
Un Discurso Catequético en Imágenes
El programa iconográfico está diseñado para educar y emocionar. Querubines, letanías y atributos de la Virgen conviven con representaciones de santos sevillanos, creando un relato visual que enriquece la experiencia del visitante. Sobre la puerta que conecta con el camarín, destaca la inscripción “Haced lo que Él os diga”, del Evangelio de San Juan, recordando el mensaje de la Virgen en las bodas de Caná.
La Bóveda: Un Cielo Áureo
La estancia está coronada por una bóveda decorada con lapislázuli y estrellas de oro, que simbolizan el cielo y la divinidad, guiando al espectador hacia el ámbito celestial del camarín. Este detalle, junto con el resto de la decoración, refuerza la sensación de transición hacia un lugar de especial significado espiritual.
Acceso para los Devotos
Tras la presentación a los medios, los hermanos y devotos podrán visitar este renovado espacio en horarios establecidos: el viernes 20 de diciembre de 17:00 a 19:55 h; y los días sábado 21 y domingo 22, de 9:30 a 13:55 h y de 18:00 a 19:55 h, con interrupciones durante las celebraciones litúrgicas.

