La Federación de Hermandades y Cofradías de Granada ha anunciado un acontecimiento histórico dentro de los actos conmemorativos del Centenario de la Real Federación. Con autorización del Arzobispo y del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, el próximo 27 de febrero tendrá lugar el Vía Crucis oficial presidido por el Santísimo Cristo de la Esperanza, una de las imágenes más veneradas y emblemáticas de la capital nazarí.
El acto evocará el histórico Viernes Santo de 1934, cuando esta misma talla, obra maestra del escultor Pablo de Rojas, presidió por primera vez el ejercicio penitencial en la Catedral de Granada. Para la ocasión, el crucificado será entronizado en el paso procesional de Nuestra Señora de las Angustias, perteneciente a la Hermandad de Santa María de la Alhambra, recreando fielmente aquel acontecimiento que marcó un hito en la Semana Santa granadina.
Una obra cumbre del arte granadino
El Cristo de la Esperanza, tallado en 1592 por Pablo de Rojas, es considerado una de las joyas más destacadas del Renacimiento andaluz y pieza clave de la Escuela Granadina de Escultura. La imagen, inicialmente destinada a la sacristía de la Catedral, permaneció allí más de dos siglos antes de ser trasladada al coro y, posteriormente, a la actual capilla de Beneficiados, donde continúa siendo objeto de profunda devoción.
Belleza, realismo y espiritualidad
La imagen presenta una policromía clara atribuida a Raxis, que potencia el dramatismo contenido y la serenidad del conjunto. Su anatomía naturalista y la inclinación del rostro hacia el orante invitan a una contemplación íntima, subrayando el carácter profundamente espiritual de la obra.
Entre sus rasgos más sobresalientes destacan la corona de espinas tallada sobre la cabeza, el tratamiento detallado del cuerpo y el perizoma dorado, elementos que refuerzan la majestuosidad y humanidad del Cristo.
Una cita para la historia
El Vía Crucis oficial del Centenario será, sin duda, una de las celebraciones más significativas de este año jubilar para Granada. Con el Cristo de la Esperanza como guía espiritual, la ciudad revivirá el fervor y la solemnidad de 1934, en una jornada que unirá arte, fe y memoria en el corazón de la Santa Iglesia Catedral.


