El hermano mayor, Ángel Casal, expone la frustración histórica de la corporación por su situación en la jornada.
Un malestar que se arrastra desde hace décadas
El hermano mayor del Museo, Ángel Casal, ha hecho pública la profunda preocupación de la hermandad por su posición en el Lunes Santo. Lo que hoy se vive, afirma, no es un problema reciente, sino una queja repetida durante generaciones.
Durante una entrevista en El Llamador de Canal Sur Radio, Casal explicó que la cofradía sufre una ordenación horaria “insostenible”, que incumple incluso lo que dictan sus propias reglas, que mandan realizar la estación de penitencia en la tarde-noche del lunes.
“Somos fundadores del día y se nos relega”
Casal recordó que el Museo es hermandad decana del Lunes Santo junto a Las Aguas desde 1923. A pesar de esa posición fundacional, la cofradía llega a la Catedral con la Virgen de las Aguas en plena madrugada del Martes Santo, algo que el hermano mayor considera contrario a su identidad y a sus normas internas.
Propuestas ignoradas y nulo margen de diálogo
El responsable del Museo asegura que la corporación ha presentado diversas alternativas a lo largo de los años e incluso aceptó propuestas diseñadas por el propio Consejo de Hermandades. Sin embargo, afirma que siempre han recibido una negativa por parte de las ocho hermandades restantes y del propio Consejo.
Casal acusa al organismo de no adoptar decisiones que desbloqueen la jornada: “No actúa, no decide y no muestra valentía”, expresó durante la entrevista.
Un día saturado y sin posibilidad de probar cambios
El hermano mayor recordó que el Lunes Santo es uno de los días con mayor número de nazarenos y que esa densidad hace muy difícil reajustar itinerarios y horarios. Además, recalcó que desde hace años no se ha vivido un Lunes Santo con las nueve hermandades en la calle y con sus cortejos completos, lo que impide evaluar en condiciones la viabilidad de cualquier cambio.
La disposición del Museo: “Estamos abiertos a todo”
Casal insistió en que la hermandad está dispuesta a estudiar cualquier alternativa, incluida la de adelantar su salida o modificar algún tramo del recorrido. Sin embargo, recalcó que lo imprescindible es no superar la entrada más allá de las tres de la mañana.
Durante la reciente procesión extraordinaria por el 450 aniversario, la corporación pudo comprobar cómo sus titulares lucen perfectamente con luz natural, lo que contrasta con los horarios habituales de cada Lunes Santo.
Un sistema de puntuación que nunca se ha llegado a aplicar
El hermano mayor aseguró que el Consejo elaboró un sistema técnico para ordenar el día, basado en puntuaciones y criterios objetivos. No obstante, denunció que jamás se ha puesto en práctica ni se ha estudiado en profundidad debido a la falta de acuerdo entre las hermandades de la jornada.
Adelantar la salida: una opción que exige cambios globales
Casal admitió que adelantar la salida de la hermandad es una alternativa posible, pero recordó que eso implica reajustes en toda la jornada. Según afirma, las corporaciones del Lunes Santo no están dispuestas a asumir sacrificios para facilitar el movimiento del día.
Mientras otras jornadas avanzan, el Lunes Santo permanece inmóvil
El hermano mayor lamentó que, mientras el resto de días de la Semana Santa evolucionan con modificaciones anuales, el Lunes Santo se ha convertido en un bloque rígido, donde no existe ni debate ni voluntad de mejora.
Un cierre de puertas constante
Casal afirmó que, cada vez que la hermandad intenta abrir un espacio de diálogo, se encuentra con la negativa de las demás corporaciones. A su juicio, el Consejo permite que esta falta de consenso se convierta en una barrera infranqueable.
Esperanza pese al cansancio acumulado
A pesar del desgaste, el hermano mayor se mostró convencido de que en algún momento se producirá un cambio real. Reconoció que el Museo está “cansado de llamar a puertas que nunca se abren”, pero mantiene la voluntad de seguir trabajando para mejorar el discurrir de la cofradía en la jornada.


