El conflicto entre la Hermandad de la Macarena de Almería y el Obispado vuelve a manifestarse con nuevas negativas y trabas impuestas por el obispo, Antonio Gómez Cantero, impidiendo el desarrollo de los actos programados para el Año Jubilar. La Hermandad, con el respaldo de sus hermanos, había elaborado diversas iniciativas para conmemorar esta celebración con la presencia de María Santísima de la Esperanza Macarena en distintos eventos religiosos. Sin embargo, todas sus propuestas han sido rechazadas por el Obispado, generando malestar entre los fieles.
Uno de los proyectos iniciales de la Hermandad consistía en una Misión Evangelizadora que llevaría la imagen de la Virgen a diferentes lugares con el propósito de acercar su mensaje de fe y esperanza a los devotos. Este plan, diseñado con la supervisión del director espiritual, D. Ramón Garrido, y enmarcado dentro del plan pastoral exigido por la autoridad eclesiástica, fue descartado tajantemente por el Obispado. La razón esgrimida fue que el centro del Jubileo debía ser Cristo y no María, instando a la Hermandad a replantear su propuesta.
Pese a este primer revés, la Junta de Gobierno de la Hermandad diseñó un nuevo proyecto vinculado a la festividad del Corpus Christi, en la que tradicionalmente han participado con el montaje de un altar en la ciudad. Aunque en un principio parecía contar con el visto bueno, posteriormente el Obispado también rechazó esta iniciativa, argumentando que podría desviar la centralidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Como alternativa, se sugirió que la Hermandad promoviera su misión evangelizadora con un cuadro en lugar de la imagen de la Virgen, una opción que fue recibida con desconcierto entre los hermanos.
Frustrados por las sucesivas negativas, los representantes de la Hermandad solicitaron una reunión con el Obispo de Almería, D. Antonio Gómez Cantero, con el objetivo de encontrar una solución viable. Durante el encuentro, se expuso que en otras diócesis andaluzas se han aprobado sin problemas iniciativas similares, lo que evidenciaría una postura restrictiva en Almería. Sin embargo, el prelado se mantuvo firme en su negativa, sin ofrecer margen de negociación ni alternativas satisfactorias para la Hermandad.
Ante la falta de apoyo y las continuas restricciones impuestas, la Junta de Gobierno ha tomado la dolorosa decisión de desistir en la realización de los cultos y actividades planeadas para el Año Jubilar. Esta resolución ha sido recibida con incredulidad y descontento por parte de los hermanos y devotos, quienes ven cómo su fervor y deseo de evangelizar se ven frustrados por las prohibiciones del Obispado.
Mientras en otras diócesis se fomenta y respalda este tipo de iniciativas religiosas, en Almería la Hermandad de la Macarena se encuentra con una autoridad eclesiástica que no solo impide el desarrollo de sus planes, sino que limita el crecimiento de la vida cofrade y religiosa en la diócesis. La situación ha generado un profundo malestar entre los fieles, quienes perciben un trato discriminatorio respecto a otras localidades donde propuestas similares han sido acogidas sin problemas. La controversia continúa y deja en evidencia la tensión existente entre la Hermandad y el Obispado, con un desenlace incierto que podría seguir afectando la vida religiosa en Almería.